Todos los 25 de noviembre son una jornada de lucha para las mujeres y el conjunto del pueblo. Es un día en el que se conmemora el asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Teresa y Minerva) en República Dominicana, bajo la dictadura de Trujillo. Fueron perseguidas, varias veces encarceladas y finalmente brutalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960.
Todos los 25 de noviembre son una jornada de lucha para las mujeres y el conjunto del pueblo. Es un día en el que se conmemora el asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Teresa y Minerva) en República Dominicana, bajo la dictadura de Trujillo. Fueron perseguidas, varias veces encarceladas y finalmente brutalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960.
Esta conmemoración se decidió en el primer Encuentro Feminista Latinoamericano en 1981. Una vez más las mujeres de la Argentina formaremos parte de esta gran jornada en la que se denuncia y se reclama la No violencia hacia las mujeres.
En la Argentina muere una mujer cada 26 horas víctima de femicidio, según cifras no oficiales, por el sólo hecho de ser mujer. Las mujeres venimos enfrentando en las calles esta situación de emergencia que, en el peor de los casos, se lleva nuestra vida. Con mucho dolor vemos que los femicidios son cada vez más crueles. Este dolor del que hablamos lo fuimos y lo vamos transformando en lucha, como hicimos durante 31 años en los Encuentros nacionales de mujeres. En los dos últimos en particular los talleres vinculados a la violencia fueron desbordados por mujeres que como primera medida luchan por poner en palabras lo que les pasa y en los encuentros tienen ese espacio. Y también en estos dos últimos años con las históricas movilizaciones del Ni Una Menos y en la reciente masiva, nacional y conmovedora protesta y paro de mujeres del 19 de octubre. De esta forma, salimos con el conjunto del pueblo, a denunciar y a exigir al gobierno nacional, los gobiernos provinciales y los municipales, que tomen medidas concretas para atender esta situación.
Durante el primer año de gobierno de Macri se agravó la situación; en cada provincia, a lo largo y ancho del país se dan situaciones de suspensiones, vacaciones adelantadas, despidos (en su mayoría mujeres). Se deterioró la situación laboral para los trabajadores. La inflación galopante castiga a los sectores populares. Lo que se consiguió en paritarias ya no alcanza para vivir. El hambre y la droga hacen estragos en las barriadas populares y las mujeres hacen malabares para poder parar la olla. Esto también es violencia. Esta situación agrava la violencia que sufrimos las mujeres. El hambre, la falta de trabajo, la falta de refugios y otras tantas cosas fundamentales que hacen difícil la posibilidad de poder denunciar y salir de la casa donde somos violentadas.
En una actitud digna de la clase que representa el gobierno de Macri se negó a declarar la Emergencia Nacional en Violencia contra las mujeres. Emergencia que tiene media sanción en el Senado, conseguida después de la marcha del 3 de junio de este año. Durante la sesión en la Comisión de Familia, Mujer, Niñez, y Adolescencia –una semana después esa marcha– los diputados del bloque de Cambiemos dilataron el inicio de tratamiento del proyecto de Ley de Emergencia y finalmente se levantaron de sus bancas dejando sin quórum la sesión. Esto demuestra que los problemas de las mujeres para Macri y su gobierno –de ricos para ricos– no tienen cabida. Lanzó el Plan Nacional contra la Violencia de Genero aplicable a partir del año que viene y con un presupuesto irrisorio. Para muestra basta un botón. Al igual que durante los 12 años de gobierno kirchnerista, donde producto de la lucha conseguimos la Ley 26.485 “de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres” -una ley de excelencia-que se transformó en letra muerta ya que nunca durante todos estos años contó con un presupuesto que permita su aplicación.
La contracara a esta situación es la lucha del movimiento de mujeres de la Argentina que pone el cuerpo y levanta sus reclamos en la calle, integrando la lucha de nuestras problemáticas especificas a la lucha que enfrenta la crisis que descarga el gobierno de Macri sobre las espaldas del pueblo. Como se demostró en la extraordinaria marcha multisectorial del 7 de agosto desde San Cayetano a Plaza de Mayo por tierra, techo y trabajo; en la jornada del viernes 18 de noviembre donde la clase obrera salió a exigir la declaración de la emergencia social y laboral, y el 4 de noviembre en la marcha de las economías regionales donde la Argentina profunda llegó a Plaza de Mayo para denunciar la gravísima situación que viven en sus regiones, solo por nombrar algunas. A las jornadas de lucha se le suma el gran trabajo que se realiza en los barrios donde las mujeres se ponen a la cabeza de la lucha contra el hambre y garantizan el a veces único, plato de comida diario para los pibes.
Resulta imprescindible que se declare ya la Emergencia nacional en violencia sexual y doméstica, integrándola a la lucha por la emergencia social. La violencia hacia las mujeres es un problema social y político que amerita la toma de medidas urgentes por parte del gobierno nacional y los gobiernos provinciales y municipales.
En cada rincón del país nos vamos organizando para enfrentar esta situación. Este 25 de noviembre salimos a luchar y a exigir al gobierno de Macri:
- Emergencia social. Declaración nacional de la Emergencia en violencia sexual y doméstica ¡Ya!
- Refugios en todo el país para las mujeres víctimas de violencia.
- Cumplimiento efectivo de la Ley 26.485.
- Licencia laboral paga para la mujer víctima de violencia en el sector estatal y privado.
- Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
- Basta de hambre.