Se realizó un acto, en una tarde de intenso calor, frente al mural conmemorativo realizado en lugar de su asesinato en el barrio de Tolosa de la ciudad de La Plata. Se inició entonando las estrofas del Himno Nacional y luego se dio lugar a los oradores.
Se realizó un acto, en una tarde de intenso calor, frente al mural conmemorativo realizado en lugar de su asesinato en el barrio de Tolosa de la ciudad de La Plata. Se inició entonando las estrofas del Himno Nacional y luego se dio lugar a los oradores.
Por la JCR, el camarada Marcos dijo: “Enrique es un ejemplo para nosotros, sobre todo para los más jóvenes, en la pelea que tenemos que dar por formarnos, por aprender la verdadera historia, y conocer la realidad para poder transformarla. Frente a un sistema que nos quiere ignorantes.
“Muchos de los que estamos acá somos jóvenes, estudiantes secundarios, universitarios, obreros, campesinos, de los barrios que no vivimos esa época. Y estos homenajes sirven para conocer la historia de nuestro pueblo, y para recordar que ellos son ejemplos, ejemplos de verdad, de carne y hueso. Que no se vendieron, que no se entregaron y que hay un partido y una juventud dispuestos a dar la vida por la revolución, por nuestro pueblo y por nuestra patria.
“Mi vieja me contó que Enrique era jodón, jodón como así… jodón, eso también es un ejemplo, porque después de haber pasado por cárceles, de vivir etapas muy duras, siempre jodía… demostrando que la felicidad es la lucha. Y que no digan nunca, porque un día nos verán sonriendo”.
Luego el camarada Saúl dirigió la palabra por el PCR: “Cuentan que por ese entonces había una militancia y un estado de deliberación muy importante, y Nuestro partido, el partido de Enrique, planteaba que para avanzar por un camino de liberación, el pueblo debía aplastar los intentos golpistas que se estaban preparando el golpe de un lado y del otro.
“La posición antigolpista, fue una postura difícil. Pero en las dificultades se templó este Partido. Así nos enseñaron nuestros compañeros más experimentados, y así nos enseñó Enrique. Hasta el último momento, hasta en la situación más complicada, un verdadero comunista revolucionario, un verdadero patriota, no calla su verdad y pone el cuero para bancarla. Hoy podemos ver a la cara a todos sus compañeros, a los familiares, amigos y vecinos de Enrique y decirles que este partido, por el que Enrique entregó su vida, nunca se borró. Nunca se calló. En las épocas más difíciles se quedó del país. “Ni Enrique, ni su familia, ni ningún compañero del PCR hizo, lo que hizo la familia de quien hoy nos gobierna. Familia que pasó de tener 7 empresas en 1973, a tener 42 empresas finalizada la dictadura.
“Por eso, frente a tu compañera Yiya, a tus hijas y nietos, querido Enrique, es nuestro deber homenajearte y retomar tus banderas. Así me afilié un día a tu partido, donde no me esperaron honores sino un puesto de lucha, junto a tus compañeras y compañeros. Porque no me ganó el escepticismo y la idea de que es en vano pelear por la Revolución. Tenemos un gran desafío, y es unir todas estas luchas, coordinarlas multisectorialmente, poner cada necesidad y cada propuesta en un programa para una salida de conjunto”.
Al finalizar el acto, se entonaron las estrofas de La Internacional.
