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14 de diciembre de 2016

Polideportivo en Varela

#NiUnPibeMenosPorLaDroga

 
El sábado 9 de diciembre se inauguró el espacio deportivo en el barrio Villa San Luis de Florencio Varela. El predio se encuentra en una zona de quintas, donde muchos viven de lo que producen.
En un campito cedido por un vecino, más de 60 jóvenes de distintos barrios de Quilmes, Berazategui y Varela nos reunimos para empezar a darle vida al polideportivo.

 
El sábado 9 de diciembre se inauguró el espacio deportivo en el barrio Villa San Luis de Florencio Varela. El predio se encuentra en una zona de quintas, donde muchos viven de lo que producen.
En un campito cedido por un vecino, más de 60 jóvenes de distintos barrios de Quilmes, Berazategui y Varela nos reunimos para empezar a darle vida al polideportivo.
Se realizó un gran trabajo previo, con ayuda de los vecinos, para poner en condiciones el lugar. Luego, con gran esfuerzo, pudimos armar una cancha de fútbol y una de vóley. También hablamos con el Municipio donde conseguimos el compromiso de apoyar este proyecto. Compromiso que seguiremos de cerca para que se haga efectivo. 
Nuestro reclamo es que debe garantizarse el acceso al deporte y la recreación para los jóvenes de la zona, de manera gratuita. Todo esto dentro de la lucha del movimiento #NiUnPibeMenosPorLaDroga donde los protagonistas son siempre los jóvenes.
El sábado a la tarde, mientras fueron llegando las delegaciones de los diferentes lugares, nos fuimos reuniendo para hablar de la importancia de lugares como éste para que miles puedan divertirse sanamente. 
Se le agradeció al vecino que cedió parte de su terreno para que podamos usarlo y para dárselo a los chicos de todo el barrio. 
Luego se armó el campeonato de fútbol que duró varias horas. Mientras, otros se animaban a jugar vóley. Además, durante toda la tarde muchos chicos pasaron por la radio abierta donde pudieron elegir la música y donde se hicieron pequeños reportajes a los compañeros y chicos que participaron del campamento. Pudimos escuchar opiniones valiosas y testimonios que nos permiten conocer más cómo avanza la droga en los distintos barrios. Para poder, entre todos, conseguir una salida colectiva y ganar mucho más jóvenes.
Grabamos varias charlas y entrevistas a los chicos que nos cuentan con su propia voz lo que se vive y se sufre en los barrios; material que se va a recopilar en un video para poder ver y debatir entre todos. La seguridad estuvo garantizada por diferentes grupos de jóvenes que, teniendo experiencia de movilizaciones o no, pudieron cuidarnos a todos.
Se hicieron comisiones donde se leyó un documento y todos pudimos hablar sobre la droga y discutir si era posible otra realidad en los barrios y en el país. Las charlas ayudaron a que muchos se abrieran y contaran sus historias de dolor y bronca al recordar amigos o familiares que cayeron víctimas de la droga, del enfrentamiento de las bandas de narcos o por la delincuencia que muchas veces el único recurso para sostener la adicción. 
Las opiniones variaban desde “uno se droga porque elige” hasta “crece la droga para tapar el hambre en los barrios” y la creciente preocupación al ver a pibes cada vez más chicos fumando paco. 
Todos acordaban en que la droga no es un problema individual sino social, y que no afecta sólo al que consume, sino que daña también a su familia, a sus amigos y a todos. 
A la hora de la cena pudimos reunirnos y charlar qué se dijo en cada comisión y opinar. 
Desde la JCR manifestamos nuestro repudio al modo en que las clases dominantes nos meten las drogas para que los jóvenes no seamos activos, no seamos rebeldes ni cuestionemos nada. Denunciamos la complicidad de la policía y los gobernantes que mientras hacen narconegocios millonarios, en todos lados mueren miles por el consumo y por todo lo que la droga desencadena. 
Nuestra propuesta fue transformar todo ese dolor de las pérdidas que sufrimos, en bronca y en indignación, para que la lucha nos una a todos en las calles, exigiendo todo lo que hoy hace falta, para que los jóvenes no caigan en el flagelo de la droga. Terminada la cena se hizo una fiesta para celebrar sanamente que la juventud no está perdida, que se puede soñar algo distinto y que es posible otra realidad, una que le tuerza el brazo al destino.