En materia de granos (cereales y oleaginosas) el gran tema de Perón fue el precio mínimo sostén y lo fue también la nacionalización del comercio exterior. Perón tuvo la Junta Nacional de Granos -que fue previa a su gobierno pero que él fortaleció-, y creó además el IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio) que garantizaba el precio sostén para los productores.
En ese entonces, la ventaja para cualquier chacarero era que de antemano sabía que tenía un precio base. Si subía, ganaba más, y si bajaba, el Estado subsidiaba. Europa, al estar golpeada por la guerra, generaba una enorme demanda de alimentos, sobre todo de trigo y carne. Esto posibilitó el sostén y la diversificación de la producción. El Estado, al tener nacionalizada la exportación, pudo sostener las conquistas en salud, educación, salarios, y pudo elevar el nivel de vida: se construyeron escuelas en el campo, hospitales, viviendas, etc.
En cuanto a las carnes, Perón mantuvo los subsidios a los frigoríficos anglo-yanquis (que no estatizó) pero con la Junta Nacional funcionó con el sistema de frigoríficos de CAP (Corporación Argentina de Productores), con 9 frigoríficos en el país, que fuera creada en 1934 y destruida en la dictadura. La CAP no era ni un monopolio, ni una cooperativa; era una sociedad donde cada socio tenía solamente una acción y las ganancias del frigorífico se distribuían en proporción a la cantidad de vacas que cada productor enviaba. Pero en las decisiones, como todos tenían una acción, nadie podía monopolizar. El peronismo puso una semi-intervención en su directorio, porque tenía una gran caja y era proveedor tanto en el mercado interno como en la exportación.
En el tercer gobierno de Perón, el entonces ministro de Economía Gelbard intervino para destruirla, y se terminó de liquidar con la hegemonía de los sectores pro rusos durante la dictadura, para beneficiar a los Constantini, a los Capozzolo. Por algo los rusos se convirtieron en los grandes compradores de carne de Argentina.
¿Qué tenemos hoy? El comercio exterior en manos de las exportadoras de cereales. No tenemos Junta de Granos ni de Carnes, ni IAPI. Por lo tanto, no hay precio mínimo sostén, no hay garantías para el productor ni créditos accesibles para la producción y la diversificación.
La Ley de Arrendamientos 13.246
Perón asumió con la consigna "la tierra para el que la trabaja". Expropió varias grandes estancias, como las de los Bemberg, entregándole la tierra a sus arrendatarios, pero no avanzó mucho en eso. Lo principal que hizo fue congelar el precio de los arriendos al mínimo y no los dejó echar. También le dio al arrendatario la posibilidad de compra: en contratos de 5 u 8 años, si éste quería comprar, el terrateniente le tenía que vender. Así, 40 mil chacareros -que en su gran mayoría le votaron en contra en su momento- lograron hacerse de la tierra. Otros 200 mil chacareros pudieron mantenerse en la tierra con la prórroga de los contratos establecida por la ley de arrendamientos. Perón no hizo la reforma agraria, no destruyó a los terratenientes, pero los limitó.
Después vino la dictadura de Aramburu que "liberalizó" los nuevos contratos (ley Mercier) hasta que la dictadura de Onganía en 1968, con la ley Raggio, les dio el golpe final a los chacareros arrendatarios que se mantenían en los campos al amparo de las prórrogas de la ley peronista. Actualmente, los contratos siguen siendo "libres" y el nivel de la renta llega hasta casi la mitad de lo que se cosecha. ¿Por qué patalean los contratistas? Porque se quedan sin nada. Un tipo que paga a los terratenientes más del 40 por ciento de lo producido, y de ahí tiene que pagar el 44%, si antes estaba con un margen estrecho, al llevar las retenciones a móviles, ese tipo se tiene que ir del campo, ese es el drama de los chacareros.
El Estatuto del Peón de 1948
Esto fue una medida reformista. Perón aunque no las eliminó, le dio un golpe a las relaciones semiserviles con el Estatuto del Peón. Por eso todos los obreros rurales lo han apoyado, rompieron los candados que les pusieron para que no fueran a votar. Perón dijo "corten los candados" y salieron los obreros rurales a cortarlos. Mientras antes los conservadores o los radicales los llevaban al pueblo con asado, prostitutas y de todo, les pedían que pusieran la Libreta de Enrolamiento en una bolsa e iba la bolsa a votar y se pasaban dos días de joda… por eso Perón dice: "rompa la tranquera y vaya a votar independiente del patrón".
El Estatuto del Peón duró hasta que vino la dictadura de 1976. Con el peronismo los obreros rurales mejoraron porque permitió a los rurales temporarios tener paritarias en todas las especialidades: cultivos industriales, estibadores de cereales, horticultores, de la esquila, las zafras, todos tuvieron sus paritarias. El mecanismo de comisión paritaria que legislaba los convenios era cada dos provincias; por ejemplo: Buenos Aires-La Pampa, Neuquén-Río Negro, Entre Ríos-Santa Fe. Con el gobierno de Isabel Perón, los obreros rurales entramos en la Ley de Contrato de Trabajo, por lo tanto pasamos a tener los derechos de todos los obreros. Un estatuto especial con la ley 14.250. Ahí tuvimos 8 horas y 12 días de vacaciones (actualmente tenemos 10 días).
En el 77 la dictadura crea un estatuto especial que termina con la elección de paritarios por lugar y se pasó a tener un solo paritario nacional; meten la ley 22.248 que establece que el obrero tiene que mantener fidelidad con el campo donde trabaja, es una ley servil que dice además que un rural no puede recibir visitas o parientes. Esta es la ley que los Kirchner mantienen sin tocar, la que mantiene el régimen de la dictadura de Videla, y que nosotros queremos derogar.
Durante el gobierno de Duhalde se consiguió la libreta de trabajo: si un obrero trabaja temporalmente, por ejemplo 15 días, eso queda registrado hasta el momento de su jubilación. El Convenio de Corresponsabilidad es una gran pelea que fue al Congreso, que la presidenta no ha promulgado y que resolvería el problema del empleo en negro.
Perón no dejó endeudado al país
Perón cortó de verdad la cadena de la deuda externa reduciéndola a un mínimo entre 1946 y 1955, al igual que entre el ’73 y el ’76. Esto es una diferencia de fondo con lo que Kirchner ha hecho en el tema de la deuda externa. El problema principal es que Kirchner no investigó la deuda. Volvió a arreglar avalando todo lo usurario, ilegítimo y mentiroso; volvió a reciclar a 40 años de manera gravosa, lo que la Argentina no puede pagar. Encima, le paga 10 mil millones al FMI y arma una campaña mentirosa, por lo que mucha gente dice "si Kirchner ya arregló todo".
Con Perón la coparticipación federal era: 50% para la nación y 50% para las provincias. Hubo créditos accesibles para comprar herramientas y tierras. Perón, además del comercio exterior de granos, nacionalizó los bancos, el petróleo, el gas y otros sectores claves de la economía.
Y los Kirchner, ¿qué han hecho en cinco años? Hablan mucho de distribución de la riqueza, mientras que con su política, a las provincias les queda cada vez menos, no hay créditos accesibles para la producción, han mantenido y profundizado la entrega menemista y su antiliberalismo se reduce a utilizar el Estado para favorecer sus negocios y los de sus amigos.