Desde los barrios donde estamos dando la pelea por la vivienda digna terminamos el año, y comenzamos el 2017, movilizando a la Secretaría de Tierra y Hábitat. Ante las promesas incumplidas en Abasto, Villa Elvira y en la relocalización de Melchor Romero, volvimos a la calle.
Desde los barrios donde estamos dando la pelea por la vivienda digna terminamos el año, y comenzamos el 2017, movilizando a la Secretaría de Tierra y Hábitat. Ante las promesas incumplidas en Abasto, Villa Elvira y en la relocalización de Melchor Romero, volvimos a la calle.
Con la movilización del 28/12 logramos la reunión con los nuevos directores de cada área. El 4/1 se concretaron varios puntos. Sin embargo, la mayoría de las respuestas elude la responsabilidad del Estado en la urbanización.
El comunicado de los vecinos de Romero decía: “Hace más de un mes que esperamos, cumpliendo todos los acuerdos, pero ante la desidia, la paciencia se agota. Entre 15 días a un mes plantearon los funcionarios en la mesa de gestión para marcar los lotes. Pasado el plazo acordado, solo hubo mediciones en la altimetría. Las familias que nos retiramos pacíficamente del predio de 526 y 161 quedamos desamparadas durante semanas, viviendo en casillas precarias sin saber cuál es nuestro lote definitivo. Pasamos semanas sin agua ni baños hasta que después de tanto insistir pudieron resolverse esas necesidades. La última tormenta tiró casillas y provocó destrozos.”
El gobierno esquivó la responsabilidad de mensurar la tierra para garantizar los lotes para los censados.
En Abasto se puso fecha al censo definitivo, entre otros avances, por el marcado de calles, agua, energía eléctrica y obra hidráulica. Los vecinos discutimos en asamblea cómo controlar cada acuerdo.
Para los vecinos de Villa Elvira no hubo respuesta de solución concreta, y quedó en el aire una posible relocalización. Así buscan dividir a los vecinos para desentenderse del problema. Mientras tanto, corre el tiempo para el desalojo.
Por todo esto, el martes 10 de enero, volveremos a las calles, con más firmeza y organizados para permanecer hasta que den respuestas que resuelvan, como se decidió en las asambleas.
Con distintas realidades, podemos afirmar que avanzamos en la organización. Están dadas las condiciones para lanzar un agrupamiento específico de villas y barrios precarios. Allí donde se consolidó la práctica de asambleas de manzana, cuerpo de delegados y asamblea general, pudimos avanzar y sumar al Partido. Se discute en las asambleas que es necesaria otra política para conquistar la vivienda digna y se programa afiliación al Frente Popular de la Provincia de Buenos Aires.
