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08 de febrero de 2017

 El sistema de salud enfrenta una grave crisis: la mayoría de los pacientes no tiene acceso a ninguna atención sanitaria.

Trabajadores de la salud acampan contra la precarización

Tucumán

 

 
Sólo en el aglomerado urbano del Gran Tucumán-Tafí Viejo (área comprendida por San Miguel de Tucumán, Tafí Viejo, parte de Las Talitas, Alderetes, Banda del Río Salí, Yerba Buena y El Manantial), la cantidad de pobres proyectadas por el gobierno provincial asciende a unos 300.000 casos para el área metropolitana. Y se puede inferir fácilmente que en el interior tucumano hay otras 70.000 personas más que no pueden reunir los ingresos necesarios para no ser consideradas pobres. 
“Hay que tener en cuenta cuando se habla de cifras y porcentajes, que son personas y familias las que están mal y necesitan de políticas activas para mejorar su condición. Y en eso debemos sumar y aportar todos los dirigentes políticos”, señaló el gobernador Juan Manzur en recientes declaraciones.
Los trabajadores del hospital de la ciudad de Alberdi colocaron allí una carpa, y luego de veintisiete días sin tener ninguna respuesta concreta se trasladaron a la Plaza Independencia en la capital provincial y colocaron la carpa frente a la Casa de Gobierno. Denuncian la precariedad laboral, el empleo en negro y designaciones arbitrarias de doce puestos de trabajo concretados por el secretario del gremio de ATSA y también legislador Rene Ramírez en cumplimiento del compromiso como forma de pago al “trabajo” realizado durante la campaña electoral no dando prioridades a los que venían trabajando en negro desde hace muchos años (más de 20 años en muchos casos) haciendo reemplazos en el Siprosa (Sistema Provincial de Salud) y de los que trabajaban en los CAPS ( Centro de Asistencia Primaria de la Salud).
Son miles los trabajadores precarizados en Tucumán y el sistema de salud entre otras cosas es un desastre. El sindicato de trabajadores de la salud (Sitas) decidió que no van a abandonar la carpa hasta que no se obtengan respuestas al justo reclamo de los derechos de los trabajadores, trabajo estable y decente con salarios dignos.
Los funcionarios del gobierno, publicando cartas mentirosas, quieren tapar esta situación no solo de precariedad de los trabajadores sino también de la salud en Tucumán. El doctor José Mahmoud, dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Salud de Tucumán, les respondió con una carta de la que publicamos extractos.
 
Carta del Dr. José Mahmoud 
La carta está dirigida al doctor Pablo Yedlin, secretario general de la Gobernación y comienza diciendo: “Usted dice que a raíz del intercambio de cartas de lectores, con respecto a la situación del HCS que quería expresar con todo su derecho ciertas consideraciones respecto al sistema sanitario de Tucumán, sus inquietudes ya fueron respondidas por el director del hospital del centro de salud y por la cual usted tenía conocimiento que reactivarán el seriógrafo y el tomógrafo y la inauguración de otros dos quirófanos que se sumarán a los 5 que funcionan para darle respuesta a un listado de 2.300 pacientes que aguardan para operarse de vesícula con demoras de meses para la concreción quirúrgica. Con eso usted está reconociendo en forma contundente que lo solicitado por el doctor Jesús Amenábar era un reclamo real.
Habló de la historia del HCS desde su inauguración y de todos los adelantos, de la evolución científica y tecnológica. Eso está fuera de toda discusión. Pero usted dijo que quería expresar el sistema sanitario de Tucumán, pero no hizo un diagnóstico de la situación de los indicadores de salud colectiva que hoy reflejan una situación que marca la persistencia de severos déficits, no superados durante el crecimiento económico que comenzó en el 2003 como usted bien lo manifestó, y que hoy se encuentra detenido. No ha habido mejorías sustanciales en indicadores sensibles que hacen a la situación sociosanitarias: niños y niñas bajo la línea de pobreza, niños y niñas bajo la línea de indigencia, de embarazos adolescentes, “desnutridos”, y podemos afirmarlo a pesar de las dificultades para el diagnóstico producidas por la tergiversación cuando no destrucción de las estadísticas oficiales… 
Las tercerizaciones y las privatizaciones fragmentaron y debilitaron al sistema público de salud, por otro lado siguen aumentando la deuda externa y la dependencia con el diseño de políticas públicas de salud con esos organismos financieros internacionales.
 
El sistema de salud
Enfrenta una grave crisis, no satisface las necesidades de la inmensa mayoría de los pacientes, es más, una proporción creciente de los mismos, no tiene acceso a ninguna atención sanitaria. A poco que se lo analice se descubrirá que muchos carecen de cobertura para paliar sus enfermedades, ya sea por ser desocupados, “semiocupados” o trabajadores en negro, por la cual deben recurrir a un hospital público carente de presupuesto y del personal necesario.
Este sistema tampoco satisface a la inmensa mayoría de los profesionales, técnicos y trabajadores de la salud que trabajan en él, quienes no encuentran la realización ni en el plano de las tareas que desempeñan ni en el futuro de las mismas, ni en el plano económico personal.
Este sistema de salud no plantea la necesidad de desarrollar un sistema integral que satisfaga las necesidades de la población, este desarrollo está íntimamente ligado a la formación de recursos humanos del mismo. Es imposible si no se define para qué se lo quiere, diseñar el perfil del profesional y técnico a formar y mucho menos su número…
Doctor Yedlin, en el trasfondo de todo se encuentra la pugna entre dos concepciones ¿Es la salud un derecho inalienable de la población que la sociedad tiene el deber de asegurar cualquiera sea la capacidad económica, origen social, racial, religioso y cultural de la población? ¿Se buscarán por ende los mecanismos para que haya accesibilidad económica, geográfica y cultural al acto de salud, de manera equitativa y solidaria?
O en su defecto se brindará salud en tanto y como se pueda, estableciendo planes rígidos principalmente por un concepto que somete las necesidades básicas del hombre a los criterios economicistas y de mercado por el cual la salud, la vivienda y la alimentación, en suma los condiciones básicas de vida, son una variable más en un proyecto de país cuyo centro es el enriquecimiento de unos pocos y del deterioro de Argentina como nación… 
Doctor Yedlin, los epidemiólogos suelen hablar de “estilo de vida” como si cada uno de nosotros viviera en una isla, como Robinson Crusoe, y que fuéramos los únicos responsables de lo que nos pasa. Así se culpabiliza al individuo de los problemas de salud. El hombre es un ser social, no hace lo que quiere, sino lo que puede dentro del lugar donde vive, en realidad deberíamos hablar de “modo de vida” que es la categoría sociológica que refleja en forma sistemática las condiciones económicas socio políticas y culturales que son las formas características estables y repetidas de la vida cotidiana de las personas y las colectividades.
El modo de vida es lo que determina la forma en la que una persona puede desarrollarse en las condiciones actuales, en el lugar que vive, donde nació y cuál es su historia. No es algo caprichoso que puede generarlo aisladamente, no es la conciencia la que determina la vida sino que la vida determina la conciencia, por eso son necesarios cambios sociales y políticas de estado para combatir las enfermedades.
La medicina es una ciencia social y la política es medicina en gran escala. No hay medicina sin medicina social y no hay medicina social sin política del estado…”.