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08 de febrero de 2017

La Villa 31, nueva etapa en la lucha de los vecinos por su radicación definitiva en el Barrio Carlos Mujica.

Villas: ¿Urbanización real o maquillaje para seguir erradicando?

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

 
Por su cercanía con los barrios más caros de la ciudad, por su ubicación estratégica y porque es visible desde lo alto de una autopista central, la Villa 31 encabeza el actual plan del gobierno de “urbanización” de las trece villas de la CABA, junto con la villa 20, la Rodrigo Bueno y el Playón Chacarita.

 
Por su cercanía con los barrios más caros de la ciudad, por su ubicación estratégica y porque es visible desde lo alto de una autopista central, la Villa 31 encabeza el actual plan del gobierno de “urbanización” de las trece villas de la CABA, junto con la villa 20, la Rodrigo Bueno y el Playón Chacarita.
En 1929 se originó la Villa 31. Hoy, cerca de 43.000 habitantes se distribuyen en cerca de 10.000 hogares, en los distintos barrios que la componen; desde la Feria lindante a la Terminal de Ómnibus de Retiro en el extremo sur hasta el empalme con el peaje de la autopista Illia en el norte. Está cruzada, desde las “topadoras” del intendente Domínguez -en medio de la década menemista-, por la autopista que conecta la 9 de Julio con la salida hacia el norte de la ciudad. Desde entonces se reconocen dos áreas a ambos lados, la 31 y la “31Bis”.
Hay una larga y extraordinaria historia de lucha de sus habitantes, contra los reiterados intentos de echarlos definitivamente. Además de haber podido conservar su vivienda en la ciudad, disputando a los dueños del poder el derecho de los sectores populares más humildes de acceder a los servicios y beneficios de la ciudad, han impedido de hecho la privatización y enajenación de 25 hectáreas con el valor más caro el metro cuadrado de la Ciudad. Como los habitantes de la Rodrigo Bueno, que han mantenido a raya a los Elsztain y compañía con sus intentos de marinas y barrios privados, en Santa María del Buen Ayre, que vienen intentando hacer desde el 2005.
Ni la fusiladora de 1955, ni las dictaduras del ‘66 y del ‘76, ni el asesinato del sacerdote líder de la villa Carlos Mujica en el ‘74, ni el menemismo con su autopista y los intentos de los gobiernos posteriores pudieron echarlos, a pesar de sus desalojos, extorsiones, represiones en la 31. 
 
Erradicación/ Radicación
Una y otra vez parecía que la “erradicaban”, y el pueblo volvía y volvía. Hasta el 2007, Macri hacía campaña sumado entusiastamente al bando de los “erradicadores”. Pero en el 2011 se logró imponer la Ley de Urbanización en la Legislatura de la Ciudad, con el acuerdo de todos los bloques. 
Esta Ley se basó en el proyecto del equipo dirigido por el Arq. Javier Fernández Castro, iniciado en el 2002 y con un importante proceso de diseño consensuado con los vecinos.  Se logró poner en movimiento una Mesa de Urbanización, en el camino de una radicación justa y racional que partiera para ello del motor principal, los propios vecinos.
Al mismo tiempo, es un avance con límites. No se pudo aprobar hasta hoy el dictamen elaborado por la Mesa, por falta de quorum en la Legislatura.
 
El Plan actual. Qué se difunde, lo aparente y lo real
El gobierno de la Ciudad creó la Secretaría de Integración Social y Urbana para ejecutar el Plan, con más de 120 empleados desde principios del 2016. Promete que “en 2019, la villa 31 será un barrio y los vecinos propietarios”. Que invertirá “6 mil millones en edificar viviendas, reparar otras dañadas, tender servicios y pavimentar calles” (La Nación, 11/08/2016). Dice que intervendrá 134 inmuebles para refaccionarlos, y construirá mil viviendas nuevas en el predio de 8 hectáreas de YPF, que aparentemente ya estaría comprado. Que serían destinadas para las familias que viven en un tramo debajo de la autopista Illia. El financiamiento para esas viviendas, del Banco Mundial, habría sido aprobado recientemente. El proyecto de las mismas está siendo realizado por el arquitecto F. Castro.
A ese tramo proyectan desafectarlo, transformando sus 1.300 metros x 35 de ancho en un “espacio verde” de 4,5 hectáreas, desplazando el tramo de autopista entre el peaje Retiro y Av. Del Libertador, hacia las playas ferroviarias.
Conversamos con compañeras de la CCC del barrio. Y ellas sostienen: “mientras dicen que van a hacer el parque arriba de la autopista, y que harían viviendas nuevas para los que están debajo de ella en el terreno de YPF, en realidad están trabajando sobre la calle Perette, de acceso al futuro predio del Ministerio de Educación, pero no empiezan las viviendas. Entonces, les ofrecen un dinero a algunas de esas familias, muchas de compañeros de otros países, y en una combinación con el creciente apriete deportador empiezan a desalojar de otra manera.” En esto tendría que ver la cuestionada Resolución N°208 de la Secretaría en diciembre pasado que aprueba el Subprograma de Cesión de Derechos Posesorios sobre Construcción, abriendo puertas a la posibilidad de compraventa de construcciones existentes. 
Dicen quienes viven sobre la 31 Bis desde siempre, que la principal y primera cuestión por dónde empezar, si realmente se va a urbanizar tiene que ser comenzar a construir las viviendas para realojar en la villa a quienes estén en sectores que deban modificarse. 
En ese sentido se preguntan si las viviendas que han comenzado a remodelarse en el sector del Playón son parte de un plan real para sus habitantes y en tal caso si existen garantías de que llegará a cumplirse o quedarán en un maquillaje para encubrir una vuelta subrepticia a una erradicación más lenta y solapada.
Que se iría agigantando con la entrega de los títulos no para mejorar la situación de radicación de los vecinos luego de producida una verdadera regularización con tendido correcto de los servicios, calles, y en definitiva la urbanización; sino para que dicha titularidad pueda aprovecharse para un nuevo proceso extorsivo que permita adueñarse con zanahoria y garrote de la tierra de a uno en uno. Un proceso conocido como “gentrificación”. En ese sentido, surgen opiniones de vecinos de reclamar de mínima un régimen similar a la propiedad horizontal.
Dice el Arq. Javier F. Castro: “el actual proyecto no es una urbanización y sale más caro”. Advierte que éste cumple “a medias con la Ley”. “Han arrancado desde cero desconociendo un trabajo muy arduo de 12 años de trabajo, prometen 1.100 viviendas cuando el proyecto original plantea el doble, no está para nada claro cómo se va a hacer el trazado de infraestructura, si se van a ajustar a normativa o seguirán siendo parches como hasta ahora”. Tienen que hacerse los estudios para que al menos lo que se haga deje las puertas abiertas para ser completadas en futuras etapas y no lo contrario, consolidando en realidad la imposibilidad de una completa urbanización en el futuro.
Teniendo en cuenta el avance de estar discutiendo desde la óptica de la radicación, cuando antes el paradigma fue su contrario, en la actual etapa sigue la pelea por definir si realmente se avanza a la urbanización o se dice una cosa pero se busca en realidad dividir y trabar la real urbanización necesaria. 
 
Luchar y democratizar, protagonizando con propuestas propias
Es necesario también, analizar críticamente las propuestas (bastante ocultas por otra parte) de la incidencia del empalme norte de la futura Autopista Ribereña del Paseo del Bajo, con la Villa.
Desentrañando los planes reales de estos proyectos de gobierno, que ya se están ejecutando; y así poder plantear y luchar porque sean tenidos en cuenta los intereses populares, en este caso de los habitantes de la 31, tal como se pudo hacer en el extremo Sur del proyecto en el empalme con la Autopista La Plata, defendiendo la protección del Ex Centro Clandestino Club Atlético y el avance en la excavación del Sitio (ver Hoy N°1644).
Surge como principal necesidad por sobre todas las cosas, pelear por implementar y garantizar una verdadera y democrática participación y protagonismo de los vecinos, lo único que puede permitir junto con su larga lucha una real y justa urbanización de las villas y su integración en una ciudad de Buenos Aires con derechos igualitarios de Hábitat para sus 3 millones de habitantes.