Después de realizar un verdadero genocidio en la franja de Gaza, Israel avanza con los asentamientos en suelo palestino. La situación es gravísima.
En la región de Cisjordania, como producto de la llamada “colonización” israelí se expulsa permanentemente a los palestinos de sus tierras para ir asentando a nuevos colonos.
Después de realizar un verdadero genocidio en la franja de Gaza, Israel avanza con los asentamientos en suelo palestino. La situación es gravísima.
En la región de Cisjordania, como producto de la llamada “colonización” israelí se expulsa permanentemente a los palestinos de sus tierras para ir asentando a nuevos colonos.
El gobierno fascista del primer ministro Benjamín Netanyahu ha intensificado sus acciones a favor de los nuevos asentamientos judíos en territorio palestino. Se calcula que unos 400.000 israelíes ya viven en ellos. Netanyahu desafió al propio Tribunal Supremo de Israel que ordenó la demolición de la colonia ilegal de Amona en Cisjordania; aunque finalmente tuvo que aceptar el fallo. El desalojo fue resistido por unos mil jóvenes de ultraderecha provenientes de distintas zonas de Israel. Ahora el gobierno israelí impulsa un proyecto de ley con efectos retroactivos para legalizar las colonias judías que fueron construidas sin autorización, y anuncia la construcción oficial de nuevos asentamientos.
En las Naciones Unidas, al final del mandato de Obama, EEUU (que tiene poder de veto, igual que otras potencias) se abstuvo por primera vez de usar ese poder de veto. Así, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó el 23 de diciembre de 2016 una resolución que urge a poner fin a los asentamientos de Israel en los territorios palestinos. Esto desató la furia de Netanyahu. Dijo que su país reevaluará sus lazos con la ONU, incluyendo la financiación israelí de las instituciones de la ONU y la presencia de representantes de la ONU en Israel.
Pero Netanyahu ahora cuenta con el apoyo del nuevo embajador norteamericano nombrado por Trump: Davis Friedman, que es también el presidente de American Friends of Bet El Institutions. Esta justamente financia asentamientos en Cisjordania. Friedman se opone a los acuerdos internacionales sobre la ilegalidad de los asentamientos y es contrario a la prohibición de construcciones de asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este. Desde hace mucho tiempo, apoya una Jerusalén no dividida como capital de Israel. Ahora han planteado la posibilidad de transformar a Israel en “Estado Nacional Judío”, violando los acuerdos de 1947 de creación del Estado de Israel. Esto agravaría aún más la situación de Medio Oriente.
El sábado 4 de febrero, miles de manifestantes protestaron en Tel Aviv, capital de Israel, contra los nuevos asentamientos, tanto en territorio palestino como israelí. Estos últimos integrados tanto por judíos como por árabes con nacionalidad israelí.
