El 18 de julio, desde poco antes de las 14 hs comenzaron a llegar los chicos de todas direcciones y de varios puntos de la ciudad, para colmar los alrededores del monumento a San Martín, convocados para marchar y reclamar contra el hambre que mata, la pobreza y la desigualdad.
Esta marcha de los chicos del pueblo se venía organizando desde hace 2 meses, y en el medio del conflicto del campo a algunos les pareció peligroso denunciar el hambre y sus responsables, por lo que quisieron posponerla para septiembre. Otros, como Suteba, vinieron a la marcha a último momento. Mientras tanto en los barrios ya trabajábamos con los chicos y los jóvenes, tratando de sumar las escuelas.
A los pibes no había que explicarles del hambre, porque lo sufren diariamente, y en sus dibujos, sus pancartas o la conferencia de prensa el mensaje era bien claro y directo: “es para que no haya chicos en la calle, ni droga y que no estén durmiendo en las plazas tapados con diarios y cartones”, como decía Ignacio (7 años) a un medio local. Jeremías aportó un dato estadístico: “mueren 25 chicos por día en la Argentina… Que no haya más personas cartoneando, hay que dar trabajo a los mayores”. “En el barrio donde yo vivo, veo chicos chiquitos que fuman y están en la droga”, afirmaba Micaela (8 años). Tampoco tenían dudas de que el gobierno es el responsable de que sus padres no tengan trabajo o que “trabajan todo el día y no les alcanza la plata.”
Por eso, al ritmo de los bombos y los carteles en sus manos, recorrieron la Av. Luro hasta el Sindicato de Luz y Fuerza. Encabezaban los chicos de los barrios Parque Palermo –a pura murga– y Las Heras. La columna de varias cuadras contó con la participación de los chicos de Desocupados de la CCC, MTL, Luz y Fuerza, Juventud CTA, agrupación Azul y Blanca del Suteba, y otras organizaciones. Al finalizar el acto, los chicos hablaron y cantaron, y demostraron que pueden ser protagonistas de una pelea contra lo que hoy los tiene como víctimas.
A la semana siguiente de esta marcha, y como respuesta, secuestraron y amenazaron en Gerli a uno de sus participantes, un joven de la Fundación Pelota de Trapo.
Hay un millón de pibes en la pobreza sólo en la provincia de Buenos Aires, el hambre mata de norte a sur; mientras que la presidenta en la reunión de la FAO dijo que nuestro país puede alimentar a 500 millones de personas. En Mar del Plata, por ejemplo, donde la ganancia multimillonaria de la industria de la pesca se va a manos extranjeras, los hijos de los obreros ni siquiera comen pescado.
02 de octubre de 2010