Lo que algunos creían que era una locura, se acaba de informar como el inicio del acuerdo. Es una noticia dramática que muestra la esencia del rumbo de su política global de entrega nacional.
Analicemos:
Lo que algunos creían que era una locura, se acaba de informar como el inicio del acuerdo. Es una noticia dramática que muestra la esencia del rumbo de su política global de entrega nacional.
Analicemos:
1. Un crédito para comprarle a ellos. El gobierno de China, aunque mantenga la bandera, abandonó el socialismo a la muerte de Mao en 1978 y restauró el capitalismo de mayor expansión imperialista actual. Este país daría el crédito para que le compremos a ellos. Será un crédito que aumentará aún más la deuda externa que creció en 72 mil millones de dólares durante este gobierno.
2. Matar a la madre. Siempre se dijo que la construcción es “madre de industrias”, de rápida reactivación y resultados. En un país donde hace seis años que la producción nacional está en caída, la construcción paralizada, con el quiebre de las industrias nacionales y las Pymes, el aumento de la desocupación, la pobreza y el hambre, lejos de desarrollar el mercado interno, busca traer todo importado.
Atenta contra los intereses nacionales y en este caso, contra las empresas fabricantes de materiales de la construcción, las empresas constructoras nacionales y Pymes, los obreros y profesionales.
3. Cambiar soberanía por negocios. Con la idea de un país agroexportador, principalmente sojero, que quiebra las economías regionales, de espaldas al desarrollo del mercado interno y la industria nacional.
Y se subordina a quienes son los principales compradores de esas exportaciones y exigen mayor apertura de las importaciones, ahora viviendas. Cambian soberanía por negocios, dado que las empresas chinas se asociarán con las grandes empresas de la minoría poderosa que manejan el actual gobierno argentino.
No puede ser de otra manera con un gobierno de minorías, donde los ministros creen que están manejando los monopolios de donde provienen.
Es muy grave la situación de la mayoría y si los que gobiernan se consolidan, van por todo lo que costó a nuestro pueblo construir en 200 años desde el grito de Independencia, enfrentando a gobiernos conservadores, neoliberales y entreguistas con dictaduras sangrientas y gobiernos constitucionales.
Es una afrenta a quienes lucharon por una patria libre y soberana y un golpe a las ilusiones de quienes creyeron que cambiaban para mejorar.
El pueblo argentino mayoritariamente votó cambiar, pero no para ir para atrás, sino para estar mejor. Por eso crecen las luchas de todos los sectores.
Ante este anuncio, como ha ocurrido con otros donde tuvieron que retroceder, es necesaria la más amplia unidad de todos los sectores castigados por esta política que beneficia a los poderosos de afuera y de adentro.
Hay que unir a todos los sectores de la construcción, consejos profesionales y facultades, y también a los sectores de las economías regionales en un amplio movimiento multisectorial en defensa del mercado interno, la industria nacional, las Pymes, el trabajo, el salario, el desarrollo científico-técnico independiente y el Federalismo, para unir las reivindicaciones de cada sector y con un programa de medidas anticrisis, buscando las formas de movilizar de a miles, antes de que sea muy tarde.
No es momentos de mezquindades. Es necesario realizar esfuerzos por encontrar puntos comunes para frenar esta política, desde los intereses de los trabajadores ocupados y desocupados de la ciudad y del campo, los pequeños y medianos productores, los pueblos originarios, la industria nacional, las Pymes y los gobernantes que no estén de acuerdo en bajar la cabeza ante tanta afrenta y chantaje con la Coparticipación Federal.
Al mismo tiempo es necesario en el Chaco frenar esta política que pretende destruir o reducir los institutos de viviendas, con la elaboración de políticas diferentes a las implementadas hasta ahora, para poder avanzar en dar respuestas a las necesidades de consolidación urbana, con soluciones habitacionales de tierra, techo y trabajo y tecnologías apropiadas.
Hay que actuar rápido con el protagonismo que requieren los graves momentos de nuestra Patria, porque no alcanza sólo con declaraciones y documentos en los medios para frenar esta política que avanza.
