Jorge Penayo comienza diciendo que: “Ya hemos planteado en notas anteriores que el reclamo de los compañeros en Mondelez Pacheco era de un 40% de aumento salarial, y que se elimine el impuesto a las ganancias. Nosotros participamos de los primeros plenarios del STIA, en los que la dirección del gremio no decía cuánto iba a pedir en paritaria, sino que planteaba ‘hay que recuperar el poder de compra del salario’. Recién cuando la Federación (FTIA) realizó una marcha a la Cámara Empresaria nos enteramos que pedían alrededor del 30%, y que ‘no iban a bajar de ese porcentaje’, dijeron tanto Daer como Morcillo, de Córdoba.
“Después vinieron los paros de dos horas en las diferentes fábricas, y el gobierno metió la conciliación obligatoria. Y al final cerraron la paritaria con un 24% de aumento, en dos cuotas, más una suma no remunerativa, por única vez, de $2.000 para enero de 2018.
“Una parte de la gente aceptó y otra bajo protesta. Nosotros en el último plenario del STIA mantuvimos la misma postura, porque entendíamos que era justo pedir el 40%, que es lo que necesitábamos los trabajadores. Y planteamos que no es justo, en la Argentina donde los senadores y diputados se aumentaron sin empacho un 133% su dieta, que haya techo salarial para los trabajadores ¿Por qué nos tenemos que privar los trabajadores, que somos los que hacemos la riqueza en la Argentina? Ahí se nos cruzó el secretario del STIA Rodolfo Daer, diciendo que lo nuestro no era coherente, que éramos demagogos que no teníamos en cuenta las condiciones en el país.
“Nosotros planteamos que los trabajadoresno teníamos que temer, y que ya vimos cómo con una movilización a las Cámaras aumentaron la propuesta de 20 a 24%. Por lo tanto, si había un plan de lucha serio, había ánimo en los trabajadores para seguir la pelea, aunque sea para llegar a un 30%. Ahí en el plenario del STIA argumentaron que el 24 era “lo posible”, y votaron a favor los congresales de las fábricas medianas y pequeñas. Igual se notó que la mayoría pensaba que era poco. No fue como el año pasado, que estaban contentos con lo que se había cerrado. Luego de este plenario de Capital hubo fábricas en San Luis, Córdoba y Mendoza que no acordaban y empezaron con bloqueos a los portones.
“Nosotros en el plenario del STIA planteamos que no había que cortarse solos los de Capital, porque éste es un gobierno duro y tenemos que estar unidos, como lo demostramos en las grandes luchas que hicimos como el paro de abril.
“Así que así cerró la Federación las paritarias; 24 en dos veces, y la suma de $2.000 para enero. El primer tramo de 12% rige a partir del 1 de mayo hasta septiembre, como no remunerativo. En septiembre pasa al básico el 24% todo junto. Nosotros no conocemos el acta acuerdo, no lo han mostrado. Dicen por trascendidos que tiene una cláusula gatillo que va de abril a abril, y que si en ese período la inflación supera el 24%, se ajustaría el salario. Si fuera así, no perderíamos este año, pero no recuperaríamos lo perdido el año pasado, por la inflación”.
Pepsico: un golpe muy duro
Penayo agrega: “Nosotros en la fábrica venimos de una pelea dura por el tema ganancias, con paros en algunos turnos por los grandes descuentos. Hemos detectado desde la Interna que la empresa venía inflando los brutos, y que por eso venían grandes descuentos. Conseguimos que se devuelvan de 5.000 a 18, y hasta 20 mil pesos a los trabajadores, que le venían descontando mal. Seguimos la pelea por las recategorizaciones, los incentivos, los ticket canasta. Los premios se nos ajustan en forma automática a partir de la firma del acuerdo paritario.
“Los despidos en Pepsico han sido un golpe muy duro para todos los trabajadores. Hay muchos compañeros que tienen parientes, amigos o conocidos ahí. Hace cerca de dos años que la empresa venía haciendo un vaciamiento en Pepsico. Además de los 600 despidos directos hay que contar los puestos de trabajo de los proveedores, los camioneros, etc.
“Nosotros fuimos con la Interna el mismo 21 a llevar la solidaridad y a ponernos a disposición, concluye el compañero de la Interna de Mondelez.