Noticias

12 de julio de 2017

La asociación con Fiat fue determinante para el futuro de los Macri

La evolución de Franco Macri

Los Macri (3)

Mauricio Macri, a los 21 años, ni bien se produce la separación de sus padres, hace su debut empresarial y firma con el brigadier Cacciatore, interventor porteño en tiempos de la dictadura de Videla, el contrato de Manliba, la empresa recolectora de la basura en la ciudad de Buenos Aires. Es que, en esos 21 años, Franco Macri tuvo un desarrollo inmenso. La revista Forbes da a Franco Macri, Gregorio Pérez Companc, Amalita Fortabat y Eduardo Eurnekian, como los únicos cuatro millonarios argentinos en el club de los 40 más ricos de América Latina ¿cómo fue esta evolución meteórica? 
En 1951, a poco de llegado al país, funda su primera empresa, Urbana SA, trabajando como subcontratista. En 1961 arma de Ambrosi, Macri y Cia. (Demaco), en la que su socio aportó el capital. Según sus palabras: “con aquella sociedad comenzó a aplicarse mi concepto, de asociarme con el capital y la tecnología, sin perder yo el control del negocio… [fue] mi ingreso al mercado de las licitaciones”.
Cuando la “Libertadora” abrió las puertas a la inversión extranjera tras el derrocamiento de Perón en 1955, y luego Frondizi concibió el “desarrollismo”, Franco Macri entendió que ya no se ganaban las licitaciones con aliados nacionales, ni tan sólo con apellidos oligárquicos. Entonces en 1969 constituye Impresit-Sideco. Y como él conceptualizó: “en una de las crisis, cuando mi socio decidió retirarse, convencí a la Fiat, que tenía una constructora internacional, Impresit, para que me apoyara y formamos Silos, Demaco y compañía, es decir Sideco. La sociedad se hizo con el 51% para Fiat y el 49% para mí”. En su autobiografía dirá: “la asociación con Fiat fue determinante para nuestro futuro”. 
Una etapa fue su actividad cuando las medidas nacionalistas de Perón facilitaban el desarrollo de empresas nacionales, en un mercado interno sin los lobos monopolistas extranjeros, en la que un inmigrante ambicioso, de origen terrateniente y empresario buscaba recuperar su status, armando familia con una niña de apellido y buscando asociaciones para su acumulación. Otro momento fue cuando entregó su alma al diablo y pasó a ser un intermediario de los Agnelli, para entrar como burgués intermediario a depredar el mercado interno, el presupuesto estatal y en las aún poderosas empresas estatales.
Inmediatamente de formada Impresit-Sideco ganaron, junto a Siemens la licitación de las centrales nucleares impulsadas por la dictadura de Onganía, que fueron las primeras de América Latina. Así Impresit-Sideco entra en la liga de los grandes contratistas del Estado. En enero de 1976 se constituye Socma, el primer holding que se hizo en el país, con siete empresas. El otro gran salto lo daría con la dictadura genocida de Videla, pasando el holding a controlar 46 empresas. Estos serán temas de próximas notas.