Como todos los años, desde la Corriente Clasista y Combativa acompañamos la Marcha del Apagón, para repudiar el terrorismo de Estado de la dictadura, que consistió en el secuestro sistemático de personas en Calilegua y Libertador, con la metodología de violación de domicilios, detención y rapto de estudiantes, sindicalistas, docentes, luchadores sociales, etc., amparados por la oscuridad de la noche y los cortes generales de energía eléctrica, con complicidad de la Empresa Ledesma SAAI, de Blaquier.
Transcurrieron ya 41 años desde que la Junta Militar, mediante un Golpe de Estado tomó el poder y se inició en la Argentina uno de los períodos más sangrientos de nuestra historia, llamado por ellos mismos Proceso de Reorganización Nacional, que expresaba la voluntad de los sectores económicos más poderosos de exterminar todo rastro de lucha social y sindical, sobre todo de izquierda; el pueblo levantado en lucha, atentaba contra los intereses exploradores de las clases dominantes.
Otro año más y una masiva convocatoria, motivo más que significativo para luchar por memoria, verdad y justicia y levantar las banderas de ¡Nunca más!
Porque fueron 30.000 detenidos desaparecidos. Porque fue genocidio. Ni 2×1 ni domiciliaria a los genocidas. Cárcel común y efectiva. No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.
Esto último también significa que no se puede estar aliado a los sectores de las clases dominantes ni a sus gerentes de turno que detentan el poder político y a la vez pretender llevar la voz del pueblo. Es una contradicción de las más profundas. “Ni con Morales ni con Fellner” (o cualquier otro apellido que sea del sector de clases dominantes), “Sí con el pueblo y para el pueblo”, en sus propios espacios de lucha: con las organizaciones populares, tanto sociales como sindicales, campesinas, estudiantiles, juveniles, pueblos originarios, jubilados, obreros y trabajadores del estado, principalmente desde sus bases. Ellas tienen los mismos padecimientos y conviven con el hambre igual que nosotros. Y repetimos, que si la constante de los gobiernos anteriores como el del actual es el ajuste en todas sus expresiones y el hambre, será momento de que quienes sufren del hambre, sin dejar lo principal que es la lucha en las calles, tomen la iniciativa de reemplazar a los gobiernos de clases dominantes por una alternativa propia. Para hacerle frente al Gobierno actual que busca imponer otra visión de la historia, falsa y en función de sus intereses de que la crisis la paguen los sectores populares, enfrentar ese camino que ya mostró Macri con la represión de Pepsico, llamamos a la Unidad de todos los que luchan.
Hasta la victoria siempre.
