Como suele suceder desde que asumió su titularidad, Alberto Padoán aprovechó la situación para dejar claro cuáles son los lineamientos que deben seguir tanto el gobierno local como el provincial y el de la ciudad. Casi como en la descripción de un plan de gobierno, el hombre fuerte de Vicentín (que hoy dirige la Bolsa y es vicepresidente de la Federación Industrial de Santa Fe) contó con una tribuna política compuesta por los principales referentes políticos de los grandes partidos de nuestro país. Estuvieron presentes el ministro de transporte Guillermo Dietrich y varios referentes locales por Cambiemos, el gobernador Miguel Lifschitz y la intendenta Mónica Fein por el Frente Progresista Cívico y Social, y el senador Omar Perotti por el Partido Justicialista.
Padoán volvió a ser elogioso de las políticas nacionales, destacando el “ambicioso plan de infraestructura” de la administración macrista y aseguró que “los números de la economía comienzan a mejorar”. Algo lógico si se tiene en cuenta que gran parte de los planes de infraestructura vial como el mejoramiento del acceso a los puertos, o la reconstrucción del sistema ferroviario de cargas son planes elaborados por la misma Bolsa de Comercio para mejorar la rentabilidad de las agroexportadoras y de los productores sojeros que están más allá de los 400 km del puerto.
El Beto, como lo llaman en su círculo íntimo, sostuvo que el sector se encuentra en condiciones, en poco tiempo, de generar un salto tecnológico de magnitud que impactará en los volúmenes producidos y que por eso están “entrando en un momento creciente de producción para los próximos años, seguramente en escalas asombrantes (sic)”. Sobre este concepto Padoán volvió a plantear, casi en tono de exigencia, las medidas que debería tomar el Estado para lograr ese “crecimiento”.
“Es necesario que se aprueben las reformas impositivas que hagan posible reducir la presión tributaria sobre los contribuyentes, en particular de impuestos distorsivos y perniciosos como los que gravan los débitos y créditos bancarios e ingresos brutos”, explicó.
El planteo, en sintonía con los anuncios del macrismo para después de las elecciones, apunta a que las empresas agroexportadoras dejen de tributar los pocos impuestos que hoy tributan, desfinanciando por ejemplo a las provincias que no pudiendo gravar la exportación solo pueden cobrar algunos impuestos a los procesos de transformación de la materia prima.
Esta propuesta va ganando consenso incluso en el gobierno “socialista” que en boca del gobernador Miguel Lifschitz se manifestó “predispuesto” a sentarse en una mesa nacional para discutir “la carga tributaria de los tres niveles del Estado”. Un Lifschitz, que lejos del tono opositor al macrismo que tuvo durante la campaña, no llevó al acto a su ministro de la Producción, Luis Contigiani, uno de los funcionarios más críticos de la gestión nacional.
Padoán quiere las ART
Paralelamente a pedir menos impuestos, Padoán celebró la “contención del gasto” por parte de la Nación. La ecuación es clara, quieren menos gastos, con un Estado más chico, para pagar menos impuestos y así aumentar sus ganancias.
Si bien no fue mencionado en el discurso de Padoán, el proyecto de la Bolsa de crear un banco corporativo propio sigue firme y la novedad es que contrataron a Eduardo Ripari (ejecutivo con amplio recorrido en el negocio bancario) para que analice qué modelo de entidad bancaria es el más conveniente y su factibilidad.
El presidente de la Bolsa también volvió a exigir que la provincia adhiera a las modificaciones de la ley nacional de riesgos del trabajo sancionados por el macrismo este año, que dificultan la llegada a juicio de los reclamos laborales. Una muestra más del cinismo de los dueños de la provincia si se tiene en cuenta que hace menos de una semana volvió a morir un joven obrero tercerizado en Renova, una de sus empresas, y que Santa Fe es una de las provincias con más accidentes laborales del país.
Finalmente también opinó sobre la política exterior marcando claramente el rumbo que exigen al gobierno al lamentar la aplicación de derechos compensatorios al biodiesel que se exporta a Estados Unidos, pero celebrando la gestión para volver a vender aceite a China luego de dos años.
La Bolsa de Comercio de Rosario demostró una vez más, antes la mirada complaciente de los principales referentes políticos de los partidos tradicionales, que no se conforman sólo con hacer buenos negocios, sino que son quienes definen de fondo los lineamientos y las políticas públicas de los gobiernos en todos los niveles.
A tal punto se plantean dirigir la economía, en una provincia como Santa Fe que, desde su privatización, perdió la palanca financiera clave para el desarrollo que significaba el Banco estatal provincial, avanzan en un proyecto de banco propio para “agilizar” sus negocios.