La Secretaría de Minería informó que durante 2005 se perforaron 400.000 metros en más de 50 emprendimientos mineros situados en 14 provincias, es decir un 60% más que en 2004, alcanzando exportaciones récord de 4.776,4 millones de dólares, según el Indec.
La “fiesta” minera está en su mejor momento gracias al gobierno K. CK durante su candidatura se paseó por el mundo rematando nuestros recursos e invitando a los monopolios imperialistas a venir a la Argentina y continuar con el saqueo.
Una gran parte del negocio minero estriba en el alza alocada del precio del oro, plata y cobre, la más alta en 25 años, que ha desatado esta nueva “fiebre” metalífera de la mano de los avances tecnológicos que hacen posible la explotación a cielo abierto, sin importar si dejan una estela de desolación y muerte en los pueblos a ambos lados de los Andes.
Es importante destacar que la absoluta mayoría de las empresas del sector, más de 50, son extranjeras. En los noventa arreciaron estas políticas con las nuevas leyes mineras del menemismo, pero este gobierno las ha llevado al paroxismo.
Dice un informe de investigación del bloque del ARI emitido en 2007 “el Congreso de la Nación legisló un conjunto normativo destinado a dar un marco de seguridad jurídica irrestricta a las empresas, y una bonanza fiscal incomparable, respecto de otras actividades económicas, a través de la estabilidad fiscal y exenciones impositivas, a favor de grupos de inversores extranjeros, privatizando totalmente la exploración y la explotación de nuestro suelo”. Un capitulo especial de este saqueo es el siniestro tratado minero firmado entre Argentina y Chile en 1997, ratificado por el actual gobierno. Por este tratado se crea una “Aduana virtual” a ambos lados de la Cordillera, otorgándole facultades extraordinarias a los monopolios mineros.
Entrega descarada
El secretario de Minería K, ing. Jorge Mayoral, expresó en el 2006 en la Cámara de Diputados que recibió “instrucciones” del presidente en 2003 que consisten en “hacer un lineamiento básico estratégico para poner en marcha lo que dimos en llamar el primer plan minero nacional que ha tenido la Argentina en su historia institucional”, en realidad un plan continuista de la entrega de los gobiernos vendepatrias anteriores.
Leemos en un informe de la ADI (Agencia de Desarrollo de Inversiones) del Ministerio de Economía, de septiembre de 2005 que “el 75% de las áreas con potencial minero se encuentran sin explorar”, y agrega “Argentina dispone de un marco legal adecuado [¿en beneficio de quien?], brindándose así la estabilidad institucional que requiere”. Así llama este gobierno a las leyes mineras, el Código Minero, los tratados de explotación conjunta con Chile, etc., originados en el menemismo del que el presidente dice abjurar.
En el informe, Mayoral agradece “el acompañamiento que han brindado los señores legisladores, quienes han colaborado con esta misión”; son los levantamanos de siempre, lobistas de las empresas mineras como lo fuera el matrimonio Kirchner en ocasión de votarse esas leyes. Dice Mayoral “apuntamos a la construcción de escenarios que hagan previsible el desarrollo de la inversión, cualquiera sea su monto” agregando sin sonrojarse el “objetivo”: “empezar a construir los sueños de un sector para que pudieran ser mucho más grandes y a favor del desarrollo de las economías de las provincias”.
Afirma luego el secretario de Minería: “El sector minero crece tan firme y sostenidamente, que apalanca esta cosa tan fantástica que pasa en la Argentina”. ¿Y cuál es esa cosa? Que las empresas extranjeras se llevan más del 98% de la ganancia recuperando la inversión con creces, a través del Decreto N753/04 por el cual se dejó sin efecto la obligatoriedad del ingreso y negociación en el mercado de cambio de las divisas provenientes de las explotaciones mineras.
Más facilidades
“La Argentina ha dejado de percibir una compensación económica razonable como concedente del recurso, al determinar la percepción de regalías mineras en un 3% del valor denominado ‘boca de mina’ del total del mineral extraído en su primera etapa de comercialización. Adviértase que este valor se reduce aun más al descontarse los costos de extracción, refinanciación y comercialización, molienda, alcanzando un valor real de entre un 1 y 2%”, dice el Informe de la comisión legislativa antes citado.
En cuanto al marco normativo para la explotación minera las facilidades ofrecidas son escandalosas, lesivas para la nación. “En ese orden se inscriben una serie de beneficios comerciales, tributarios, cambiarios, financieros que hacen de esta actividad una de las más rentables del mercado”, agrega el mismo Informe.
El régimen de facilidades, superior a la política de los 90 ya de por sí entreguista, se compone de una serie normativa escandalosa digna de un país bananero: Libre transferencia de utilidades al exterior. Estabilidad fiscal por 30 años. Deducción de un 100% del pago del impuesto a la ganancia por inversiones en prospección y demás actividades de estudio de factibilidad. Amortización para las inversiones de capital. Exenciones varias: impuesto a las ganancias, ley de sellos, derechos por importación, importación de bienes de capital, equipos, repuestos y accesorios, impuestos a los activos, impuesto a los cheques, impuesto a los combustibles líquidos. Financiamiento y devolución del IVA para bienes de capitales inversiones en obras de infraestructura física. Limitación de regalías a las provincias siendo estas de un 3% del valor en boca de mina. Reembolso por el uso de puertos patagónicos del 5% o más. Las provincias se comprometen además a eliminar impuestos provinciales.
La Nación y las provincias productoras acordaron tomar medidas para evitar distorsiones en las tarifas de energía eléctrica, gas, combustibles que pudieran afectar las inversiones mineras.
Las regalías mineras merecen un párrafo aparte. Estas se hacen sobre lo que declara el productor, que se define como “boca de mina”, no sobre todos los metales extraídos, y sin tener en cuenta la facturación a la hora de fijar el valor. Además, las empresas que explotan Bajo la Alumbrera, Veladero, Pascua-Lama, por ejemplo, dicen que solo extraen oro plata y cobre, cuando en realidad sacan también hierro, iridio, mercurio, platino, tierras raras, uranio, etc.
La Argentina se distingue así por un ofrecimiento de beneficios a las mineras típico de países coloniales que rifan sus recursos comprometiendo el patrimonio nacional, además de la contaminación colosal que afecta la salud de nuestro pueblo, como lo denuncian las organizaciones ambientalistas y multisectoriales que luchan en todo el país.
Bajo La Alumbrera
La falta de fiscalización y control en las distintas etapas de extracción traslado y comercialización agrava la situación. Un exponente emblemático es Bajo la Alumbrera, empresa gerenciada por la suiza Xstrata, plc., con el 50% del paquete accionario y las canadienses: Weaton River Minerals Ltd, y Northern Orion Resources Inc que cuentan con el 37,5% y el 12,5%, respectivamente. Ubicada en Catamarca, es la mina de oro y plata más importante de la Argentina.
En el año 2004 declaró una producción de 176.000 tn de cobre y 583.600 onzas troy de oro con el más bajo costo de producción del mundo.
El mineral es extraído mediante la dinamitación del cerro, obteniendo primero oro por gravedad, que luego es reprocesado para obtener oro “doré”, enviado por avión al extranjero, mientras que el remanente es molido nuevamente, hasta obtener un concentrado muy fino, que contiene oro y cobre. Este es conducido por un mineraloducto que llega hasta Ranchillos en Tucumán, donde se produce el disecado para su transporte hasta el puerto privado de propiedad de la empresa, y embarcado para su exportación.
En ningún tramo de este proceso hay control alguno del Estado nacional. Alumbrera es un Estado dentro del Estado, con policía propia, con informes de impacto ambiental tomados como indubitables a pesar de las múltiples denuncias de los pobladores afectados.
Es gigantesca la cantidad de agua que utiliza, desertizando y contaminando la cuenca Salí Dulce a través de la filtración en el dique de colas, por estar asentado en una falla geológica que produce fracturas y escurrimiento subterráneo. Todas estas observaciones de la comunidad científica han sido desoídas por las autoridades argentinas.
La Aduana domiciliaria
El Informe citado más arriba describe esto como el mecanismo por el cual las mercaderías que ingresan o egresan en los depósitos de las empresas mineras, no son revisados en la frontera al ingresar al país sino que el mismo transporte privado los deposita en el domicilio de la empresa, sin ningún tipo de control previo, donde un agente de aduanero, asignado exclusivamente a la empresa (en contacto directo y permanente con el personal de la misma) procede a la verificación de la documentación respaldatoria.
Esto le permite a la empresa eludir controles externos y disminuir los costos de almacenamiento en depósitos fiscales.