Quiero saludar en primer lugar a todos los compañeros, amigos, camaradas, artistas, a las bandas de música, y quiero pedir un aplauso a todos los compañeros y compañeras que laburaron en todo el país juntando peso por peso para venir hasta acá, y que han salido a pintar, haciendo pegatinas, en los barrios, en las escuelas, en las fábricas, para que se conozca que hoy íbamos a estar acá en Rosario. También quiero saludar a los compañeros de la CEPA que forman parte del frente que ha recuperado la dirección de la Federación Universitaria de La Plata.
Nosotros hacemos este homenaje al Che porque estamos convencidos que la revolución es una necesidad para la mayoría de los jóvenes en la Argentina. La revolución que triunfó en Cuba, con el protagonismo de los campesinos, los obreros y todo el pueblo cubano, abrió una esperanza para millones en América Latina.
Claro que había otra situación en el mundo. Avanzaba la lucha revolucionaria con el Mayo Francés, la Revolución Cultural China, y donde los yanquis eran derrotados en Vietnam.
El comunismo gobernó una tercera parte de la humanidad, luego fuimos derrotados y el mundo cambió. Lo que no cambió son las atrocidades y las injusticias del capitalismo que sufrimos cada vez más todos los pueblos del mundo y la necesidad de nuestros pueblos de liberarse de las cadenas que nos oprimen.
Nosotros, la JCR, reivindicamos las banderas del Che Guevara a lo largo y lo ancho del país. Estamos convencidos que tenemos que seguir el camino del Che. Lo hacemos con el orgullo, de ser la Juventud del PCR, un partido que nació hace 50 años encabezando las luchas contra la dictadura de Onganía y reivindicando la figura del Che cuando lo mataron en Bolivia, cuando muchos que hoy se rasgan las vestiduras hablando del Che, lo habían dejado solo y abandonado y decían cualquier barbaridad sobre él.
No aceptamos la figura del Che que intentan instalar las clases dominantes junto a esos que lo atacaron, lo ridiculizaron, lo insultaron, y hoy lo canonizan y lo intentan transformar en una imagen que no les representa un peligro. El Che fue un comunista revolucionario, un verdadero comunista revolucionario, que llevaba la revolución en la sangre y fue capaz de dar su sangre por el triunfo de la revolución.
La otra vez, como parte de las cosas que se hicieron en todo el país en el marco del aniversario del asesinato de Che y de este festival, entrevistamos a Mariano Sánchez, un compañero que hoy es el coordinador nacional del MIJP y dirigente nacional de nuestro partido, que nos contaba como fue el acto que hicieron ellos en La Plata al otro día que lo mataron al Che, fue el único que se hizo en la Argentina en ese momento. Lo hicieron compañeros que fueron fundadores de nuestro Partido. Y eso es un orgullo para nosotros.
Como dijo Otto Vargas, los rusos y la KGB pusieron el Che en Bolivia para que lo mate la CIA yanqui. Los que lo mataron en Bolivia intentaron apagar su llama revolucionaria, pero no pudieron, porque como escribió Galeano, el Che es el más nacedor de todos, y renace cada vez que en cualquier lugar del mundo se alza una bandera de libertad.
A nosotros Mao y la revolución China nos enseñaron muchas cosas, Mao dijo una frase que es muy importante para nosotros los jóvenes. El Marxismo consiste en miles de verdades, pero todas se reducen a una sola: es justo rebelarse. Y nosotros no rebelamos en cada escuela secundaria, en cada fábrica, en el barrio, en la universidad y en el campo, contra este sistema que nos oprime, y que queremos cambiar.
Trabajamos para hacer grande y poderoso al PCR, para dar vuelta las cosas para destruir este aparato estatal que nos oprime y construir un nuevo estado de los obreros, de los campesinos, de los sectores populares, donde ellos sean los que dirijan verdaderamente los destinos de nuestra patria.
La historia la hacen las masas, y los grandes cambios de fondo, a lo largo de la historia solo fueron posibles con el protagonismo del pueblo.
Nosotros tenemos infinita confianza en un pueblo extraordinario como es el pueblo argentino, como cuando derrotó las invasiones inglesas, todo el proceso de la independencia, el 17 de octubre del 1945, el Cordobazo de 1969, las puebladas en los 90, el histórico Argentinazo del 2001 que volteó al gobierno de De la Rúa, o la rebelión agraria que empezó acá nomás, en Maciel con el Vasco Paillole y nuestro Partido a la cabeza. Un pueblo que siempre ganó las calles, al que el gobierno kirchnerista intentó sacar de las calles, y no pudieron en esos 12 años.
Es ese pueblo que hoy es protagonista de luchas multitudinarias en las calles contra el gobierno ajustador, entreguista y represivo de Macri. Como lo hizo cuando los hicimos retroceder, cuando intentaron instalar el 2×1 para garantizarles impunidad a los genocidas de la dictadura, este pueblo ganó las calles y los hizo retroceder.
O como lo hacen las mujeres cada vez que ganan las calles peleando contra los femicidios en toda la Argentina.
Como hicieron las organizaciones sociales como la CCC, CTEP y Barrios de Pie cuando conquistamos la emergencia social, que representó un gran triunfo de nuestro pueblo y una derrota del gobierno de Macri.
O como hacen hoy los estudiantes secundarios de la Capital Federal que tienen tomadas 30 escuelas reclamando que no se aplique la reforma.
Somos parte, como decía el Che, de esa América Morena, que constituye una sola raza mestiza desde México hasta Tierra del Fuego, que se rebela una y otra vez y lo volverá a hacer muchísimas veces más, levantando las banderas de la tan necesaria reforma agraria, como lo hacen nuestros compañeros de ASOMA en La PLata, los compañeros de la FNC en el Chaco y en todo el país. Como lo han hecho los compañeros originarios que hicieron su encuentro nacional el fin de semana pasado acá en Rosario. Que son protagonistas de esos 700/800 conflictos por la tierra que recorren la Argentina y que es lo que de verdad está de fondo en la desaparición de Santiago Maldonado por parte de la gendarmería que dirigen Macri y Patricia Bullrich.
Porque Patricia Bullrich y Macri, como fieles representantes de la oligarquía terrateniente de la Argentina, están dispuestos a usar la fuerza y a derramar la sangre de nuestros hermanos originarios para defender los privilegios de clase que tienen. Por eso vamos a pelear hasta el final por que aparezca con vida Santiago Maldonado y renuncie la fascista Patricia Bullrich.
Reafirmamos que seguimos de pie, sintiendo en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo, y nos comprometemos a levantar bien alto las banderas por las que el Che luchó y dio su vida. Que viva el Partido Comunista revolucionario. Que viva el Che Guevara. ¡Hasta la victoria siempre!