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04 de octubre de 2017

Hace más de 15 días que los trabajadores y las trabajadoras de la mega empresa Ledesma, mantienen un conflicto salarial que, hasta la edición de este ejemplar, permanecía abierto.

¡La lucha de los trabajadores del azúcar continúa!

Ingenio Ledesma, Jujuy

Asambleas multitudinarias, paros activos, marchas y cortes de ruta fueron las herramientas utilizadas por el momento. Los trabajadores denuncian: “tenemos el peor sueldo y el peor básico de todos los ingenios del NOA, y quieren que empecemos el año 2018 con $4.000 menos que los demás, cuando ellos ganan millones a costa de nuestro trabajo”.

Asambleas multitudinarias, paros activos, marchas y cortes de ruta fueron las herramientas utilizadas por el momento. Los trabajadores denuncian: “tenemos el peor sueldo y el peor básico de todos los ingenios del NOA, y quieren que empecemos el año 2018 con $4.000 menos que los demás, cuando ellos ganan millones a costa de nuestro trabajo”.
Sin embargo, ante las reiteradas negativas, decidieron cortar la ruta 34 y, tras la orden del juez Saman, Policía, Gendarmería y Caballería iniciaron una represión el pasado viernes con el objetivo de desalojar la ruta.
Los trabajadores, acompañados por otros habitantes del pueblo, militantes de organizaciones sociales y de derechos humanos, resistieron combatiendo y armando barricadas, logrando que las fuerzas represivas tuvieran que retroceder. Esta derrota de las fuerzas represivas no representa solamente un combate aislado de la clase obrera jujeña, sino que se suma a una lista de batallas triunfantes de gran importancia para la provincia y su pueblo. 
 
Enfrentando el poder real de la provincia
Desde la derrota de Chacho Peñaloza y Felipe Varela (1869), el poder real en la provincia de Jujuy lo detentó un reducido grupo de familias terratenientes y comerciantes que, en la etapa imperialista iniciada a fines del Siglo 19 se fueron asociando y subordinando a imperialismos de distinto signo. En la producción azucarera fue notoria la hegemonía del capital imperialista inglés que durante ochenta años fue predominante. La familia Leach amplió su poder al invertir en Mina Pirquitas. También en la década de 1930 se fortaleció el capital imperialista con Minera El Aguilar. La declinación de los ingleses se hizo evidente tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. La fundación del Ingenio Ledesma está relacionada con el financiamiento del capital francés con incursión posterior de capitales alemanes. En tiempos de la Guerra Mundial los ingleses tenían su fuerte en La Esperanza y las simpatías filonazis en el ingenio Ledesma.
Con el gobierno de Perón, el control del Estado por parte del capital imperialista y sus socios locales se debilitó. Tras su caída, la ofensiva pro imperialista se observa con el gobierno de Frondizi. El peronismo entre 1955 y 1973 mantuvo posiciones contradictorias con los dueños de los Ingenios y las minas. Esto cambió con el advenimiento de la dictadura en 1976. Al volver la democracia burguesa en 1983 el peronismo abandona su posición anti terrateniente y anti monopólica. Los principales dirigentes del Partido Justicialista habían cambiado su posición respecto a Ledesma y otros grupos monopólicos. 
En el presente no existe contradicción entre el Partido Justicialista, el Partido Radical y el pequeño grupo de terratenientes y monopolios que controlan la economía de Jujuy. No existe una sola ley sancionada con posterioridad a 1983 que recorte o controle a los terratenientes y monopolios. Para el verdadero poder es importante un diputado provincial, un ministro y hasta un gobernador. Las leyes emanan del Poder Legislativo y las avala el Poder Judicial. Allí es donde se garantiza el statu quo del poder, patentizado en las leyes vigentes en materia tributaria, uso de los recursos naturales como el agua, la disponibilidad de los yacimientos minerales y los bosques naturales. 
 Esto en parte explica la extraordinaria concentración latifundista en Jujuy, que es superior a la que se registra a nivel nacional: cinco grandes propietarios terratenientes concentran el 45% del valor fiscal de todas las tierras rurales de la provincia.
 Ellos son: Ledesma SA, La Esperanza SA, Río Grande SA, Forestal Norte SA, a los que se sumó Holcim (suizos) ex Minetti que posee 24.000 hectáreas. En total Ledesma posee 157.556 hectáreas; en sus cuatro principales lotes explota 40.000 de cañas. Más 2.000 hectáreas en Jujuy y 800 hectáreas de cítricos y palta en Salta. La Esperanza posee 73.125 hectáreas y explota 8 mil. Río Grande posee 26.563 ha y explota 7 mil. Forestal Norte es una empresa a la cual Aceros Zapla le transfirió 24.500 ha que eran de Altos Hornos Zapla, en gran parte forestadas con eucaliptus.
Es por ello que los trabajadores de Ledesma no se enfrentan simplemente con una dura patronal, sino que están enfrentando los intereses del poder real en la provincia, al que responden, y respondieron, gobiernos de distintos signos políticos.
 
El conflicto en la actualidad
Ledesma ofreció un arreglo salarial, de forma unilateral, que fue rechazado por la asamblea de trabajadores: “En mi opinión la resolución de la Secretaría de Trabajo de la Nación que autoriza a Ledesma y Tabacal a pagar los sueldos por ellos ofrecidos y rechazados por el Soeail es la más clara expresión de una escandalosa vulneración de la igualdad de las partes en la negociación de salarios. Jurídicamente es la nada misma porque no homologa ningún acuerdo, las empresas no necesitan autorización para pagar un aumento dispuesto solo por ellos, desconoce el legítimo derecho del sindicato a rechazar un salario con el que no está de acuerdo y viola la libertad de negociación inclinando su decisión hacia una de las partes en conflicto en contra de la otra. No es obligatoria, no es una homologación, no es una conciliación, ni obliga a levantar la huelga. Es una resolución hecha para romper la unidad de los trabajadores. Ese es su único destino. Por lo tanto debe ser rechazada de manera pública y en el Ministerio luego de que sea notificada”, opinó el abogado del gremio.
Por lo tanto, los obreros decidieron no aceptar la resolución, mantener la medida y el corte, por lo menos hasta el miércoles, que se cumplen 20 días de paro sostenido.
Mientras el conflicto continúa abierto, se repite la historia: otra vez de pie, el pueblo de Libertador y sus trabajadores nos marcan el ejemplo de cómo enfrentar el poder de las grandes empresas y terratenientes, y el ajuste y la represión de la política del Gobierno de Macri y Morales.