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04 de octubre de 2017

Catástrofe en Puerto Rico

Devastado por el colonialismo yanqui y el huracán “María”

Después de más de 10 días en que el huracán María devastó a Puerto Rico –isla del Caribe adscripta a los Estados Unidos–, el gobierno de Trump ignora y no envía la ayuda necesaria.

Después de más de 10 días en que el huracán María devastó a Puerto Rico –isla del Caribe adscripta a los Estados Unidos–, el gobierno de Trump ignora y no envía la ayuda necesaria.
El huracán dejó 3.500.000 personas sin abastecimiento de comida, agua y combustible. Rutas destruidas, miles de hectáreas de tierra inundadas y con el peligro de que la represa de Guajataca colapse por los daños sufridos, con la evacuación forzada de 70.000 personas que viven cerca.
Hubo lluvias sin precedentes e inundaciones catastróficas que destruyeron las líneas eléctricas y dejaron a todo el país en la oscuridad. Algunas localidades, según el gobierno de la isla, podrían permanecer hasta seis meses sin luz.
Con más de 13 ciudadanos muertos, el gobernador ha solicitado más ayuda del gobierno federal de EEUU –ya que todos los damnificados son ciudadanos norteamericanos de un Estado “asociado”–, para evitar una catástrofe humanitaria, especialmente al interior de la isla donde no ha llegado todavía ninguna ayuda.
Trump publicó un twitter recién cinco días después donde claramente culpa a Puerto Rico por su situación actual: “Puerto Rico que ya padecía por tener una infraestructura precaria y una deuda enorme, está en serios problemas… su viejo sistema de electricidad, que estaba terriblemente deteriorado, ha sido devastado. Gran parte de la isla fue destruida y deben miles de millones a Wall Street y a los bancos, y tristemente tendrán que lidiar con esto. Las principales prioridades son comida, agua y asistencia médica, y se está haciendo un buen trabajo”. Pero Trump no ha visitado la isla. Aún después de haber viajado a Texas y Florida tras el paso de los huracanes Harvey e Irma.
Con el peligro de grandes epidemias que puedan producirse si no se atienden las situaciones más agudas, Trump en su twitter sólo le aseguró a los “inversores” norteamericanos que van a cobrar sus deudas.
En este terrible momento de catástrofe, Puerto Rico sólo puede confiar en la organización y la solidaridad de sus habitantes afectados, y en la comunidad que vive en EEUU –especialmente en Nueva York– donde se calcula son 700.000 personas, para la organización y envío de la ayuda.
Por otro lado, la Ley Jones (1917) limita la llegada de barcos que no sean norteamericanos a los puertos de la isla, y eso hace más difícil la llegada de ayuda desde los demás países.
 Mientras en Texas, después de la llegada del huracán, están levantando regulaciones de la Agencia de Protección Ambiental en beneficio de la refinerías de petróleo para que no estén obligadas a cumplirlas en períodos de crisis, el Gobierno Federal explícitamente dijo que no derogará ninguna disposición de la Ley Jones para que otros países puedan enviar ayuda porque con la que EEUU proporcionaba era suficiente.
 
Estatus político de la isla
Actualmente, Puerto Rico es un Estado libre asociado de los EEUU. Ha estado bajo la soberanía de USA desde hace más de un siglo (1898) cuando terminó la guerra entre EEUU y España, y los portorriqueños son ciudadanos estadounidenses desde 1917 cuando se firma la Ley Jones.
En 2012, sus habitantes celebraron el último plebiscito que decidió que la isla sea admitida como un Estado de la Unión y se le pidió a los EEUU que inicie el proceso de incorporación como Estado que no ha sido completado.
Con grandes corrientes independentistas en su seno, que han utilizado todo tipo de lucha contra la opresión colonial e imperialista yanqui y cuyos máximos exponentes han sido asesinados o están en cárceles norteamericanas purgando condenas de por vida, esta isla sigue sufriendo el desprecio y la expoliación del amo norteamericano.