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11 de octubre de 2017

Entre los trabajadores de la planta Ford de Pacheco crece la preocupación por la profundización de la flexibilización laboral a partir del año entrante. 

Avanza la flexibilización en Ford

Con el aval del gobierno y la complicidad de Pignanelli

Venimos de un proceso en el que la producción viene bajando: Hasta el 2015 se producían 570 unidades. Bajó a 440 en 2016, y hoy estamos en 430, con dos turnos de producción.

Venimos de un proceso en el que la producción viene bajando: Hasta el 2015 se producían 570 unidades. Bajó a 440 en 2016, y hoy estamos en 430, con dos turnos de producción.
Se mantienen más de 200 compañeros suspendidos, a los que llaman para entrar a cuentagotas. Según informó el sindicato en una reunión de delegados el 22/9, entre jubilados y arreglos voluntarios 308 trabajadores dejaron la empresa entre julio de 2016 y julio de 2017.
Hasta ahora se vienen produciendo dos modelos: el Focus y la camioneta Ranger. Ambos modelos están obsoletos y, con el argumento de los cambios que tendrían que hacerles el año que viene, quieren flexibilizar más.
El modelo, según reconocen los miembros de la Comisión Interna que responde a la dirección del Smata, es el que están implantando en México. Incluso la Interna viajó para allá, para ver las modalidades de trabajo, donde impusieron que los nuevos trabajadores ingresen sin categoría, no hay comedor ni vestuario, y los trabajadores ya entran cambiados derecho a la línea. Sabemos que el gobierno de Macri, como ya planteó su ministro de Trabajo Triaca, como no va a tener mayoría en el Congreso van a un plan de flexibilización en acuerdo con las direcciones sindicales. Las patronales de Ford y Volkswagen ya le plantearon al gobierno tomar el modelo de los acuerdos de los trabajadores en el sector minero.
Quieren ir a convenios más flexibilizados. Hay 20 puntos del Convenio Colectivo de Trabajo que quieren cambiar: régimen de ingreso con categoría 1 por 5 años y recién después le darían la categoría de acuerdo al puesto que tengan. Pagar los bonos vacacionales (230 horas pagas) también después de 5 años. Dejar de pagar la hora por servicio médico fuera de la fábrica. Achicar el tiempo del comedor, entre otros.
Hay mucho debate por abajo, porque los compañeros saben que el gobierno está apretando a los dirigentes sindicales por los chanchullos de corrupción que tienen. Lo que pasó con el Pata Medina de Uocra La Plata se puede repetir en otros gremios, también en el Smata. 
Ahora estamos viendo la pelea entre el secretario del gremio Ricardo Pignanelli, y el diputado Oscar Romero, que es secretario de Relaciones Institucionales de Smata. Un revisor de cuentas allegado a Romero denunció un faltante de 300 millones de pesos de la Obra Social. La Verde ya está diciendo que en el próximo plenario del gremio van a expulsar a Romero. El gobierno usa esta interna y aprieta a la dirección del gremio para que acepte la flexibilización.
Por otro lado, se sigue sintiendo mucho el tema del Impuesto a las Ganancias, por el que descuentan desde 1.200 pesos por mes, y algunos con mucha categoría y antigüedad llegan a pagar hasta 10 mil pesos. Los compañeros se la agarran con el gremio porque no hace nada con esto, pero sigue pesando a la hora del voto la bronca contra la corrupción del gobierno kirchnerista en un gran sector que no es activo. Esto se vio en las PASO, cuando hubo muchos votos a Macri, para seguir castigando a Cristina. Otro sector votó a Cristina para castigar a Macri.
Urge la necesidad de reorganizar rápidamente la agrupación para llegar al conjunto de los trabajadores de Ford, y tomar en nuestras manos la lucha contra la política del gobierno de Macri y los planes de la patronal imperialista yanqui. Hay historia de lucha en la fábrica, y los compañeros, en su mayoría jóvenes, vamos a dar vuelta esta situación para pararles la mano. Ninguna confianza en la dirección del Smata, que encabeza el entreguista Pignanelli.