Pablo nos esperaba en Santa Ana y Aviador Valenti, cincuenta cuadras en dirección oeste desde el centro de Córdoba capital. Comenzamos a caminar “Los taxis o remises no entran a la Villa” nos cuenta Pablo y lanza una advertencia: “No vayan a llorar como hacen los que ven cómo vivimos, ¿eh?”.
Pablo nos esperaba en Santa Ana y Aviador Valenti, cincuenta cuadras en dirección oeste desde el centro de Córdoba capital. Comenzamos a caminar “Los taxis o remises no entran a la Villa” nos cuenta Pablo y lanza una advertencia: “No vayan a llorar como hacen los que ven cómo vivimos, ¿eh?”.
Al entrar a la Villa los compañeros del proyecto de Barrido y Limpieza, que estaban realizando la tarea, nos comentan cómo ensancharon las calles y pasajes; nos muestran la cancha de fútbol y la plaza que recuperaron: era un basural. Acá no hay recolección de basura, a pesar de las muchas cartas donde solicitaron un contenedor, al menos. Al recorrer la villa nos indican los desagües que ellos fueron construyendo porque en época de lluvia se inundan muchas casas. Muchas familias que viven cerca del canal se van en esta época porque no pueden estar en sus casas y las maestras saben que los chicos no van a la escuela cuando llueve mucho.
En casa de Gladys nos esperaban Rocío, Soledad, Viviana, Estela, Cintia, Silvina Yamila, Daniel, Juan, Carlos, Silvana, y Estela que integran el proyecto de Copa de Leche y el del próximo Comedor. Entre todos van contando que son más de 100 familias, y que algunos viven allí desde 1988. Solo una cuadra tiene luz y no tienen agua, ni gas.
A la pregunta de cómo llegó la CCC a la Villa, respondieron que fue Pablo quien se enteró sobre los proyectos del Salario Social Complementario y desde julio participan en marchas y reuniones junto a los demás barrios donde se organiza la CCC.
No todos están cobrando. Son 34 los beneficiarios, de una lista de espera de 80. El gobierno de Macri es un gobierno de ricos para ricos, insensible a los problemas del pueblo. Así lo muestran el incumplimiento de buena parte de la Ley de Emergencia Social y Laboral, la no declaración de la Emergencia Alimentaria, y la represión a los trabajadores que denuncian las condiciones laborales y defienden su fuente de trabajo. Soledad cuenta que “hace mucha falta porque hay muchos desocupados” y piensa en talleres textiles y de carpinterías que podrían realizar.
De regreso nos acompaña Carlos, quien después de 30 años salió de las adicciones y hoy habla y ayuda para que otros no caigan en esa. Este año en la Villa se suicidaron tres jóvenes a causa de las drogas.
Las políticas del gobierno nacional condenan al hambre, la pobreza y la desocupación a miles de argentinos. En nuestra provincia se va agravando día a día la situación preexistente de 20 años de Unión por Córdoba. Para quien lea esta nota será difícil imaginar el rostro exacto de cada compañero de los que viven entre Las Violetas y Mafekín. Lo que seguro entenderá es porqué decimos que es necesaria la unidad de todos los sectores populares para enfrentar este gobierno entreguista. Por eso la remamos y salimos a la calle: peleamos por una Córdoba industrial y chacarera.