Entre gallos y medianoche el 21 de septiembre pasado se convocó a una reunión de acreedores donde se eligió a tres miembros que representarán al Comité de Acreedores. Por el Estado nacional lo preside el representante del ex Banco Nacional de Desarrollo (Banade) Oscar Baigorri y por el Estado provincial Pablo Mármol (contratado por el gobierno especialmente para el seguimiento del tema) y el empresario Juan Carlos Villamea (ex ministro de Economía de Ricardo De Aparici) por los acreedores privados.
En la reunión sólo pudieron participar 10 acreedores privados, debido a que la inmensa mayoría ni se enteró de la convocatoria. Lo llamativo es que un acreedor importante como el Banco Macro no se hizo presente. El traidor Carlos Farfán participó de la reunión y no informó ni una sola palabra a los trabajadores del ingenio.
El plan tiene como objetivo realizar la zafra 2008 con el nuevo dueño. A fines de noviembre los síndicos harán público el pliego licitatorio. Hasta ahora han aparecido dos propuestas de compra. Una la hizo el ingenio San Martín del Tabacal, de capital imperialista norteamericano, que ofrece pagar 90 millones de dólares y una de las condiciones es tomar el ingenio sin personal para luego incorporar a los más jóvenes. La otra oferta la hizo el grupo propietario del laboratorio Roemmers, quienes dicen tener financiamiento de un fondo de inversión norteamericano. Roemmers también ofrece pagar 90 millones de dólares y comprometen inversiones por 45 millones de dólares más con el objetivo de producir bioetanol y biodiesel.
Hay dos interesados más, uno de los cuales es Aceitera General Deheza, principal exportador de grano y aceite de soja a China, cuyo principal directivo formará parte importante del gobierno de la próxima presidenta. Hasta ahora no conocemos la opinión del ingenio Ledesma sobre este plan.
El gobierno provincial apoya el tramite de la venta, y el grupo Jorge-Figueroa dice que está de acuerdo. Lo más probable es que dicho acuerdo por parte de los vaciadores se deba a que del monto ofrecido, una vez pagadas las deudas verificadas, quede un remanente para ellos.
Lo que hasta ahora no aparece es el verdadero propósito de la sindicatura y la justicia. Según algunos, el pliego de licitación incluirá 15.000 hectáreas y el complejo industrial. El resto de la tierra, aproximadamente unas 57.000 hectáreas, sería vendido por separado por la propia sindicatura, con lo cual se prepara un negociado doble, donde están metidos el oficialismo y el radicalismo.
El PCR y la CCC preparan iniciativas para impulsar la lucha de los trabajadores del ingenio (de campo y fábrica) contra este plan proimperialista y proterrateniente. La venta significa el despido de todo el plantel de trabajadores y la expulsión de los campesinos que actualmente ocupan tierras en el ingenio. Nuestra consigna es la estatización bajo control obrero del ingenio y la entrega de tierras tanto a los obreros que quieran trabajarlas como a los puesteros y agricultores agrupados en organizaciones como la Unión de Puesteros y Agricultores del Ingenio La Esperanza y la Asociación Madre Tierra, cuyos integrantes son mayoritariamente pueblos originarios.
02 de octubre de 2010
