Bakunin, el famoso dirigente anarquista, aún tiene influencia en círculos juveniles y políticos. Fue una gran figura revolucionaria del anarquismo, dotado de formidable energía y de un inmenso talento de organizador. No veía las clases, nunca hablaba de la clase obrera sino de los peones, del pueblo, de la gente pobre. Negaba todo Estado, la lucha política y la organización política del proletariado. En su folleto La Política de la Internacional, Bakunin escribe: “La emancipación de los trabajadores debe ser obra de los trabajadores mismos” (…) “Pero los obreros son, en la mayoría de los casos, ignorantes. Por ahora, desconocen absolutamente la teoría. Por consiguiente, no les queda otro camino que el de la emancipación por la práctica (…): la lucha solidaria de los obreros contra los patronos, la organización de la federación de las cajas de resistencia”. Aunque habló mucho de la lucha económica, no vio en los sindicatos más que un agrupamiento de gente ignorante. Consideraba que la masa necesitaba un héroe y por otro lado confiaba en la revuelta espontánea e implacable de las masas ignorantes.
02 de octubre de 2010