Hace poco más de un año fallecía la camarada Carmen.
Vino a Buenos Aires desde el Chaco. Allí había conocido el sufrimiento del pueblo en las duras cosechas de algodón.
Hace poco más de un año fallecía la camarada Carmen.
Vino a Buenos Aires desde el Chaco. Allí había conocido el sufrimiento del pueblo en las duras cosechas de algodón.
La vida la fue acercando a Esteban Echeverría. Sus ojos y su mirada mostraban que su vida no había sido sencilla, pero también asomaba una picardía que puso en juego en cada tarea que realizó.
En prensa, en el movimiento de mujeres, en el movimiento de mayores… Una camarada querida y respetada por sus compañeros. Una camarada que se va a extrañar siempre.
Los que tuvimos la oportunidad de caminar junto a ella, aunque sea poco, aprendimos de su humildad, su sencillez y sobre todo de su perseverancia.
Camarada Carmen, ¡hasta la victoria, siempre!
