El gobierno nacional, en vez de agotar los recursos para continuar la búsqueda del ARA San Juan como reclaman los familiares de los tripulantes, busca cómo evitar su responsabilidad en este verdadero Cromagnon naval.
El gobierno nacional, en vez de agotar los recursos para continuar la búsqueda del ARA San Juan como reclaman los familiares de los tripulantes, busca cómo evitar su responsabilidad en este verdadero Cromagnon naval.
Macri, a través de su ministro de Defensa Oscar Aguad, desplazó al jefe de la Armada, almirante Jorge Srur. Los medios adictos al gobierno vienen machacando, desde el día en que desapareció el submarino, que el Poder Ejecutivo “fue informado tarde” del hecho. Ahora además salen a la luz los reclamos hechos hace meses por el comandante del ARA San Juan, por los problemas en la nave, que fueron ignorados por los mandos de la Marina y también por el Ministerio de Defensa. Previo a ser desplazado por el gobierno, el almirante Srur había ordenado el pase a retiro del comandante de Adiestramiento y Alistamiento Naval, Luis López Mazzeo, lo que provocó el pedido de retiro de otros cuatro altos mandos de la Marina, solidarios con López Mazzeo.
La desaparición del ARA San Juan es la cara más dolorosa de una política de indefensión nacional que se viene profundizando en nuestro país, en beneficio de las grandes potencias imperialistas, incluida Gran Bretaña, que mantiene ocupadas nuestras Malvinas y sus mares adyacentes.
Se profundiza la indefensión
Esta política de indefensión pasó, de la tristemente célebre “desmalvinización” alfonsinista, y los acuerdos con los ingleses de Menem, a la desfinanciación presupuestaria de las fuerzas armadas del kirchnerismo, que fue acompañada por la utilización de fuerzas de frontera como la Gendarmería y la Prefectura en la represión de protestas sociales.
Durante el gobierno kirchnerista se realizaron los últimos trabajos de reparación y mantenimiento del ARA San Juan. El diario español El País publica la información de que dos empresas alemanas participantes de este trabajo pagaron sobornos para suministrar las baterías que, según las propias informaciones oficiales, son las que habrían provocado la explosión que destruyó el submarino el 15 de noviembre.
Las empresas mencionadas son “Ferrostaal y EnerSys-Hawker, que tienen sus sedes en Essen y en Hagen respectivamente, lograron obtener un contrato de 5,1 millones de euros para exportar 964 baterías. Para obtener el contrato, las dos firmas habrían pagado sobornos”.
Según la presidenta de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento argentino, Cornelia Schmidt-Liermann, las baterías provistas por estas empresas “no eran, en parte o en nada, de la calidad que debían haber sido”.
Mal con los familiares y bien con los ingleses
En marchas realizadas en Mar del Plata y en Plaza de Mayo al cumplirse un mes de la desaparición del submarino, los familiares de los tripulantes coincidieron en el reclamo de “búsqueda y rescate” que ya ha sido descartado por la Armada y el Gobierno. A la vez, manifestaron críticas tanto a los jefes navales como al gobierno por las mentiras que les dijeron desde el primer día.
Bajo el manto de la “ayuda humanitaria”, el gobierno de Macri avanza en los acuerdos tomados con las grandes potencias, que pasan por redefinir el rol de las Fuerzas Armadas en función del “enemigo interno”, llámese originarios que reclaman tierras, trabajadores que exigen por sus derechos, o desocupados y precarizados que cortan rutas. “Se abandona así a las Malvinas, el Atlántico Sur y la Antártida a los ingleses y otras potencias. En su lugar, se define como “enemigo interno” al terrorismo, como presionan los yanquis. Para ese cambio Macri puso a Aguad de ministro de Defensa; Aguad es amigo del genocida general Menéndez y autor del proyecto de ley que declara a los piquetes “actos terroristas” (hoy 1697).
Expresión de esto son las recientes declaraciones del comodoro Robin Smith, agregado de Defensa de la Embajada Británica en la Argentina, quien afirmó en una entrevista a Infobae que “la cooperación militar entre el Reino Unido y el Ministerio de Defensa y la Armada de la Argentina ha sido excelente”, con relación a la búsqueda del submarino, y amplió Smith: “Una de las lecciones que hemos aprendido de esta situación es la necesidad de una mejor comunicación entre las fuerzas militares británicas en el Atlántico Sur y el sistema de búsqueda y rescate de la Argentina, para que ambas partes podamos reaccionar de forma más rápida ante eventuales emergencias humanitarias.” Esto y reconocer a los ingleses como legítimos ocupantes es más o menos lo mismo. n