—¿Cómo comienza el conflicto?
—¿Cómo comienza el conflicto?
—Nosotros sabíamos por boca de distintos funcionarios que iban a despedir, pero principalmente sabíamos que iban a echar compañeros porque el gobierno de Martiniano Molina cumple todas las órdenes que le mandan de Nación y Provincia. Y el gobierno de Macri después de las elecciones afirmó que sobraban trabajadores en el Estado y que iba a un ajuste en el marco del “plan de reforma permanente”. Desde Nación se planteó para Quilmes que había que ajustar al 30% de la planta, y para eso nos preparamos.
Es importante tener en cuenta que los trabajadores del Municipio de Quilmes son de los más precarizados de la provincia de Buenos Aires: por un lado, el gobierno de Molina implementó los contratos por tres meses y, por otro, los salarios de los municipales están por debajo de la línea de indigencia, promediando los 7 mil pesos.
En este contexto, el 29 de diciembre echan a ocho trabajadores de la Subsecretaría de Niñez y Adolescencia. En asamblea de ATE en esa dependencia aprobamos un paro de 48 horas hasta que los reincorporaran.
El 2 de enero recibimos la noticia de nuevos despidos, hasta el momento alcanzando los 500 trabajadores y trabajadoras. Las áreas afectadas son diversas, pero centralmente hay despidos donde desde ATE estamos más fuertes: alumbrado, el Hospital Oller de Solano (donde despidieron, entre otros trabajadores, a dos pediatras) y el conflicto en Niñez. También despidieron, por ejemplo, a cuatro maestras del único Jardín municipal. Es decir, todas áreas sensibles y muy críticas del servicio que se le presta a la comunidad.
—¿Cuál fue la respuesta desde el gremio?
—El mismo 2 de enero iniciamos acciones a las 6 de la mañana con una asamblea en Alumbrado Público. A las 7, hicimos una asamblea en el Hospital de Solano. Ambas definieron parar por 48 horas, hasta la reincorporación. Las asambleas definieron cortes en las principales arterias del distrito y empezamos a darnos un trabajo para ganar la opinión pública y contar la verdad de lo sucedido, con volanteadas y radios abiertas. El gobierno ya no puede utilizar el verso de los ñoquis porque son trabajadores que estuvieron dos años con esta gestión, pero ahora argumenta que necesita la plata de los despidos para cubrir las obras públicas, cosa que es absolutamente mentira porque el 29 de diciembre se aprobó el Presupuesto para 2018, con los 8.200 puestos de trabajo que hoy tiene la Municipalidad.
Por otro lado, lo que hacen es despedir trabajadores para tomar otros de su color político. Despiden trabajadores para tomar otros con sueldos más altos. Todo esto lo fuimos planteando y nos ganamos el apoyo de la comunidad.
El mismo martes por la tarde se hizo una reunión de delegados de ATE donde definimos movilizar a la Municipalidad el miércoles 3. Un gran arco de unidad, principalmente basado en la mesa intersindical y multisectorial de Quilmes, Berazategui, Varela, acompañó la marcha. Se expresó una gran solidaridad de otros gremios y organizaciones sociales, como Suteba Quilmes, AJB Quilmes, Sutcapra, FEB, CCC, CTEP, Movimiento Evita, FIT, FOL, entre otras.
En el marco de la masiva movilización, con más de 500 compañeros, conseguimos una entrevista con el secretario de Gobierno, de la que participaron Claudio Arévalo, secretario general de ATE Quilmes y Oscar De Isasi, secretario general de ATE provincia de Buenos Aires. En la reunión nos plantearon que ellos se comprometían a revisar el listado de despidos que elaboramos y a dar una devolución por la reincorporación. Lo tomamos como un paso importante, como un primer diálogo, porque hasta ese momento no habíamos tenido comunicación con el Ejecutivo municipal. Finalizada la reunión y en asamblea se decidió continuar la lucha en los lugares de trabajo.
El jueves, en el marco del paro nacional de ATE, continuamos en los lugares de trabajo, con paro total en el Hospital de Solano, Niñez y Alumbrado, y se hicieron radios abiertas y volanteadas para informar a la comunidad y que se masifique el conflicto, condición necesaria para poder abrirle la mano al gobierno en la reincorporación de los despedidos.
Y el sábado se hizo una actividad en el centro de Solano, rodeando de solidaridad el Hospital, con los trabajadores municipales del Centro Cultural Amaicha haciendo sonar sus tambores, donde participaron distintas organizaciones que marcharon por la calle 844 abrazando al Hospital. Fue muy emotiva la solidaridad expresada por los Bomberos Voluntarios que, con su banda, apoyaron la lucha por la reincorporación y de la Comisión de Madres de Plaza de Mayo de Quilmes.
—¿Cómo analizan el conflicto?
— Tenemos otra reunión con el Ejecutivo. Iremos analizando con el cuerpo de delegados de municipales qué medidas iremos tomando. Entendemos que éste es un conflicto largo y por etapas, que se gana con el protagonismo de todas las trabajadoras y todos los trabadores estatales y municipales de Quilmes, en cada lugar de trabajo, masificando para abrirle al mando al gobierno de Martiniano Molina, ganando a la sociedad para que defienda su hospital, su jardín, y a sus trabajadores. Y de esta manera también enfrentar las políticas de ajuste, entrega y represión de Macri y Vidal, en la que los trabajadores estatales somos su principal variable de ajuste.