La lucha por una Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo tiene muchos años en la Argentina. Hace 33 años, forma parte de las discusiones de los Encuentros Nacionales de Mujeres. De la mano del significativo crecimiento del movimiento de mujeres, que junto a sus reclamos específicos tienen cada día mayor protagonismo en las luchas sociales, gremiales y políticas, el derecho a decidir se impuso en la agenda legislativa.
La legalización del aborto es ante todo un problema de salud pública porque las que mueren son las mujeres pobres, las que no pueden acceder a la interrupción voluntaria del embarazo en condiciones de salubridad. Y es además un problema de derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, porque ninguna mujer puede ser obligada a llevar adelante un embarazo no deseado.
En los preparativos de la gigantesca marcha del 8 de marzo decíamos: “Macri habló de que ‘se viene postergando un debate muy sensible que como sociedad nos debemos: el aborto’, sin dejar de señalar que él está ‘a favor de la vida’. En este sentido tenemos que señalar que este debate se genera, exclusivamente, a partir de la lucha que desde el movimiento de mujeres venimos impulsando. Lucha que tiene como único objetivo hacer realidad la consigna ‘Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir’.
“En la Argentina se calcula que abortamos clandestinamente más de 500.000 mujeres al año, en condiciones de clandestinidad e insalubridad. En este contexto somos las mujeres pobres las que morimos, las que ponemos en riesgo nuestra vida. La clandestinidad del aborto está atravesada por la cuestión de clase. Como dijo el doctor René Favaloro: ‘Los ricos defienden el aborto ilegal para mantenerlo en secreto y no pasar vergüenza. Estoy harto de que se nos mueran chicas pobres para que las ricas aborten en secreto’. Es así que los abortos clandestinos son la principal causa de muerte de las mujeres gestantes, y somos las más humildes las que ponemos en riesgo nuestra vida, la de nuestras hijas, sobrinas, amigas y todas las que debemos acudir a esta práctica en la más absoluta soledad y desidia. Ni una palabra esbozó Macri sobre que él vetó la Ley 4.318, de aborto no punible, aprobada en la Legislatura de la Capital Federal en octubre del 2012”.
Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito
La creación de la campaña data del año 2005 en la ciudad de Córdoba, donde se hizo la primera reunión fundacional, para impulsar un proyecto de ley que legalice el aborto en Argentina. Se trata del “Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo”. Aquella reunión estuvo integrada por mujeres de diversas organizaciones, feministas, de sectores que vienen del ámbito de la Salud, etc. En un artículo al cumplirse diez años de la Campaña, nuestra compañera Belén Spinetta escribía: “Fue una convocatoria muy amplia en la que se discutió, por ejemplo, por qué esta campaña tenía que llamarse ‘por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito’.
“Primero ratificar que es un derecho lo que estamos reclamando. La voluntad de que cada mujer pueda realizar voluntariamente la interrupción de un embarazo como una libertad negada en este país. Decimos que este es un problema fundamental de la salud pública, pero no solo se reduce a eso, sino que también es un problema del derecho de la mujer a decidir.
“¿Por qué seguro? Porque es una práctica que desde hace años se realiza en la clandestinidad, obligando a miles de mujeres a moverse en esos ámbitos. Lo que sucede es que hay mujeres que pueden acceder a un aborto en buenas condiciones de salubridad y son las que, o tienen el dinero para hacerlo, o las que cuentan con las redes de solidaridad para poder acceder al aborto dentro de lo que es la misma clandestinidad, pero en condiciones seguras. Lo que pasa actualmente es que siempre mueren las mujeres pobres.
“Por otra parte, la tercera gran consigna es que sea gratuito, que cada mujer pueda acceder a la práctica dentro del sistema de salud en la Argentina y pueda hacerlo sin tener que pagar nada; que esto deje de ser un negocio. Lo que se pide en el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo es que sea tanto accesible en los hospitales públicos como a través de las obras sociales”.
Una triple consigna
Por otra parte, hay un lema fundamental de la campaña que es: Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, y aborto legal para no morir. Esto es muy importante ratificarlo porque a veces se dice que “una aborta porque sí”, y en realidad tiene tres partes lo que estamos pidiendo.
Primero, la educación sexual, es decir, que todas las mujeres y varones puedan acceder al conocimiento de los métodos anticonceptivos, poder contar con todas la herramientas que te permitan tener una relación sexual en condiciones seguras, que tiene que ver con un ejercicio de la libertad. Porque lo que sucede hoy es que, aunque tenemos una ley de educación sexual integral que es muy importante, y es un avance, la educación sexual no llega a todas y a todos en las escuelas. Inclusive en muchas provincias -que todavía tienen educación religiosa en las escuelas públicas- frenan la implementación de la educación sexual.
Segundo, en la triple consigna decimos anticonceptivos para no abortar, porque el aborto es algo no buscado, es el último recurso, y por lo tanto la anticoncepción tiene que estar al alcance de todas y de todos en los centros de salud, en los hospitales, y esto es algo que está pendiente. Por un lado, tener las herramientas para conocer cuáles son las formas de impedir un embarazo no deseado, y por otro lado, que la anticoncepción sea algo accesible y se conozcan cuáles son los tipos por los que se puede optar.
Tercero, decimos aborto legal para no morir en defensa de la vida de las mujeres. Muchas veces cuando discutimos el aborto, los sectores que se oponen dicen que son los sectores “pro-vida”, porque ponen el problema solo en el embrión, decimos que las “pro-vida” somos nosotras porque peleamos por el derecho al aborto legal seguro y gratuito, porque defendemos la vida de las mujeres.
Esta triple consigna no solo posibilitó una constitución sólida de la Campaña, sino que además hizo que sea más amplia y ganara más simpatías, porque se pone el problema en un sentido amplio y no se lo reduce solamente al momento en que la mujer decide abortar y no tiene los mecanismos para hacerlo.
El aborto en la Argentina
El aborto en la Argentina es legal en caso de violación, o cuando corre peligro la vida de la mujer. Como otro dato importante hay que decir que en el año 2012 la Corte Suprema de Justicia dejó sentado que el aborto en la Argentina es legal en caso de violación, o cuando corre peligro la vida de la mujer. Esto está en el Código Penal (artículo 82) desde hace años, pero como hay una coma medio confusa, los sectores reaccionarios decían que el aborto solo era legal en caso de que una mujer con discapacidad fuera violada. La Corte Suprema a partir de un caso de Chubut de una nena de 13 años que tuvo que pasar por toda esta instancia judicial, estableció y dejó asentado en un fallo muy importante que se conoce como fallo FAL, que el aborto es legal en la Argentina en todos los casos de violación, no solo de mujer con discapacidad. Sabemos de las dificultades cotidianas para que esto se cumpla, más ahora con la línea que empuja el gobierno de Macri.
Como en todos los reclamos, las mujeres sabemos que lo que pase en el Congreso dependerá en gran parte de la movilización en las calles. Lo demostramos el 8 de Marzo, y en el crecimiento del reclamo por un aborto legal, seguro y gratuito, expresado en el pañuelo verde que miles y miles llevan en las distintas luchas contra la política de ajuste, entrega y represión de Macri.
Hoy N° 1712 11/04/2018