Las semanas previas a los festejos por el Día del Trabajador las vivimos intensamente en las sucursales y oficinas bancarias. Asambleas acaloradas. Jornadas de protesta culminando con los paros en los días 17 y 18 de abril con cuadras y cuadras de bancarios que nos movilizamos por las calles del microcentro de Buenos Aires y el resto de las principales ciudades del país.
Luego del último paro de 48 horas se reanudaron las negociaciones en el Ministerio de Trabajo y se pasó a un cuarto intermedio hasta el martes 25/4. La negociación con las cámaras patronales y el gobierno se prolongó por tres días y se generó una gran expectativa, hasta que se cerró en la madrugada del sábado 29.
El acuerdo definitivo para la paritaria 2018 nos tomó por sorpresa no tanto por la hora en que se firmó sino por el porcentaje, un 15% en dos tramos (10% de enero a abril sumando un 5 para el resto del año más bono de $8.000 compensatorio).
No pudimos romper el techo impuesto por el gobierno, se defendió el poder adquisitivo del salario sin resignar ningún derecho como pretendían los banqueros (participación en las ganancias. Día del Bancario $26.000 con coeficientes por cargo), y se acordó una actualización automática en caso de que la inflación supere el porcentaje firmado, como todo indica que va a suceder.
En un contexto de endurecimiento de la política ajustadora del gobierno, con varios de los gremios mas colaboracionistas y conciliadores firmando paritarias en tres cuotas, logramos un acuerdo favorable pero que vamos a tener que defender hasta fin de año, peleando que se garantice la actualización.
El cierre generó un gran debate en el gremio; muchos compañeros se preguntan porqué no haber seguido con la lucha y empujar un poco más yendo a un paro de 72 horas. Para muchos quedó un sabor amargo por ver insuficiente el acuerdo. La expectativa estaba en 18,5% como había trascendido extraoficialmente. También se debatía si mejor cerrar un 15% ahora y no dilatar más el acuerdo.
Algunos, para embarrar cuestionan que lo que se negoció fue bajar el porcentaje de la paritaria a cambio de la contribución obligatoria para los no afiliados al sindicato y el aporte a la Obra Social, que desde enero las patronales bancarias dejaron de realizar. Con el presente acuerdo se reestableció (antes, era 1% de contribución solidaria a los no afiliados a la Bancaria, con el nuevo acuerdo, 0,5%) y los aportes patronales por ganancias a la obra social (antes 1% , ahora 0,8%).
Otro debate que plantean sectores cercanos al gobierno y más conciliadores del gremio (viejo zanolismo) es que no se logró un mejor acuerdo por la posición tan opositora que asumió la conducción del Sindicato, cuestionando principalmente a Palazzo.
También es funcional a la división de los trabajadores la posición de determinados sectores kirchneristas, que permanentemente le reprochan a los compañeros su voto a Macri y los responsabilizan por la situación; tratan de llevar toda discusión al balance del gobierno de CFK, en lugar de ayudar a la unidad para enfrentar las medidas del gobierno de Macri.
El debate sigue abierto, lo principal entendemos que es el importantísimo proceso de movilización que se está viviendo en nuestro gremio desde la llegada de Palazzo a la Secretaría General de la Bancaria, capacidad de movilización que crece día a día con elecciones de delegados de base en muchos bancos, y que se viene reflejando en los resultados de las elecciones de comisiones internas. Como se vio en el Banco Nación Seccional Buenos Aires, donde votaron 4.600 trabajadores y la Lista 1 de unidad logró el 80% de los votos frente a la Lista 22, con posiciones conciliadoras y macristas.
El cambio de situación política que se está dando a partir del nuevo tarifazo, la corrida cambiaria y la negociación con el FMI, donde se vuelve a instalar la preocupación por la privatización de los bancos oficiales en especial el BNA, nos llevarán a la lucha en pocas semanas. Para esto nos estamos preparando. Los bancarios no pensamos aflojar. La lucha continúa.
Corresponsal
Hoy N° 1717 16/05/2018