El trabajo de los socialistas, anarquistas y comunistas en el terreno del deporte y la gimnasia tiene larga data, y estuvo atravesada por distintas luchas de líneas. En Europa, algunos sindicatos, mutuales y partidos ya a finales del Siglo 19 planteaban las primeras sociedades deportivas obreras, con un planteo abierto contra el elitismo. Así surgieron la “Asociación Gimnástica de los Trabajadores de Alemania”, y más tarde la Asociación Ajedrecística de los Trabajadores; Asociación de Natación de los Trabajadores, etc. Muchas de estas fueron influenciadas por los partidos socialistas de la Segunda Internacional.
Luego de la Revolución Rusa, y con la creación de la Tercera Internacional, la disputa con el reformismo y el revisionismo también se dio en el área del deporte.
La Tercera Internacional impulsó en 1921 la creación de la Internacional Deportiva Roja, describe Cristina Mateu en “Política e ideología de la Federación Deportiva Obrera”, agregando que “ya existía una preocupación entre los militantes comunistas locales” para disputar en este terreno ya que “junto a los problemas generados por las malas condiciones de trabajo y la desocupación que imponía el capitalismo, la educación y el deporte eran instrumentos importantes de dominación de la burguesía sobre el proletariado”.
Hemos contado en otras columnas la influencia de los socialistas, anarquistas y comunistas en la fundación de varios clubes de fútbol, que ya para los primeros años del siglo 20 se había transformado en un deporte de masas, el más popular en nuestro país.
El Partido Comunista, surgido en 1918 como Partido Socialista Internacional, recién en 1923 comienza a reflejar en su periódico una preocupación orgánica por el desarrollo de un trabajo específico en el deporte. Cita Mateu un artículo del 7 de abril de ese año en La Internacional en el que se plantea: “Los comunistas que comprendemos que la burguesía aprovecha el interés suscitado entre la juventud en favor de los deportes a fin de distanciarlos de las actividades que le exige la lucha de clases, a la par que apreciamos en su exacto valor el buen ejercicio para el desarrollo del organismo, sabemos darle un contenido real para el objetivo revolucionario”.
En 1921 se crea la Federación Juvenil Comunista, la principal impulsora de la Federación Deportiva Obrera en la Argentina, fundada en 1924. LA FDO existió hasta 1929, y llegó a reunir en su seno a “más de setenta clubes obreros”.
Hoy N° 1718 23/07/2018
