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26 de junio de 2018

Hora Política Hoy N° 1723

El parazo golpeó duro al macrismo

Creció la bronca popular, la Marcha Federal le puso pimienta a las luchas contra el hambre, el ajuste, la entrega y la represión. El contundente paro del 25/6. Fue un masivo repudio al pacto Macri-FMI reclamando otra política, a favor del pueblo.

1.Duro castigo al gobierno

Con los trabajadores en el centro, junto a organizaciones sociales, campesinas y demás sectores populares.

El masivo paro nacional sacudió el país.

Paró la producción. Unió a todas las centrales de trabajadores con los Cayetanos y demás fuerzas sociales, y los jubilados. El movimiento obrero se colocó en el centro del escenario social y político, Y le dio un espaldarazo a las luchas en curso.

El paro fue activo y multisectorial. Confluyeron con su propia forma de lucha, cortes de ruta y piquetes, y sus reclamos, en todo el país las organizaciones de desocupados y precarizados como la CCC, los mayores del MIJP, la FNC y otras fuerzas campesinas, originarios, mujeres, estudiantes, Pymes y más sectores populares.

El paro se garantizó desde abajo. Así fue en muchas empresas, desde la bronca, con los cuerpos de delegados, como el del Astillero Río Santiago junto a su sindicato, y en unidad con más de 65 gremios, o en Mondelez, con sus asambleas y su comisión interna.

El paro fue una gigantesca expresión de bronca contra la política macrista y de repudio a su acuerdo con el FMI. La clase obrera y el pueblo plantan bandera y llaman a no pagar con más hambre, pobreza, desocupación y recesión, la crisis financiera provocada por el saqueo de los bancos y monopolios imperialistas, sus socios locales como el grupo Macri y los grandes terratenientes y grandes pules, que se llenaron los bolsillos. ¡Qué la paguen ellos!

 

2. El macrismo al desnudo

En dos años y medio saquearon las finanzas del Estado. Con su política creció el  hambre y la desocupación y no van a cambiar.

El gobierno dice que se perdieron $29.000 millones con el paro. ¡Qué caradura! Lo perdieron los bancos, monopolios, grupos como el de Macri y grandes terratenientes, los mismos que en dos meses saquearon del Banco Central del Estado $336.000 millones (12.000 millones de dólares).

El paro mostró el acelerado desgaste del gobierno. Al desastre que ya provocó el macrismo con un brutal aumento del hambre, su sumó el pacto con el FMI, que ni siquiera se han atrevido a publicar completo. Por lo que ya se sabe, el freno a la economía por un año, por el recorte de obras públicas y otros “ajustes” presupuestarios, la horca financiera a las provincias y el agravamiento de la crisis de la mayoría de las economías regionales, provocarán despidos masivos de trabajadores de la construcción, en las Pymes, el comercio y la industria que trabaja para el mercado interno, en los trabajadores contratados y en negro, y agravará la situación de los precarizados que malviven con las changas.

El paro creó condiciones para imponer la reapertura de las paritarias sin topes salariales, para conquistar las cinco leyes por las que luchan los Cayetanos y los más de abajo de todo el país.

 

3. Macri puso 500.000 represores contra el paro

El gobierno comenzó el operativo inconstitucional y fascista de sumar a las Fuerzas Armadas a la represión al pueblo. Tenemos que prepararnos.

El gobierno desplegó, contra el paro, un operativo con 500.000 efectivos policiales, de Gendarmería, Prefectura y Policía Aeronáutica. Cada vez tiene menos apoyo, tuvo que suspender su viaje al acto oficial en Rosario por el Día de  la Bandera. La masividad del pueblo en las calles no para de crecer y va a seguir. A Macri ese medio millón de represores ya no le alcanza, liquida la defensa nacional y ya empezó a transformar a las Fuerzas Armadas en fuerzas represivas. Para frenar la lucha del pueblo.

Macri se sienta arriba de los gases tóxicos, las balas de goma y las de plomo de Chocobar o las que asesinaron a Rafael Nahuel. Ahora quiere sentarse sobre los fusiles militares. Él y su grupo económico que hicieron tantos y tan buenos negocios con la dictadura genocida, no le hacen asco a avanzar por ese camino fascista, un camino sin retorno. Los fusiles tienen una espadita que se coloca en la boca del cañón: las bayonetas. Y como dice el refrán: las bayonetas sirven para cualquier cosa, menos para sentarse encima.

Es un operativo largamente preparado. Para ese operativo impulsó la reducción de las penas de los genocidas con el 2×1 y la cárcel domiciliaria, la felicitación a Chocobar, etc.

Cómo se analiza en este hoy (pag. 11), este camino fascista es inconstitucional. Macri juega con fuego, ya el pueblo aplastó el 2×1. Y como señalan veteranos de Malvinas, no lo va a lograr.

 

4. Después del parazo, ¿qué?

El paro mostró una amplísima unidad que reclama otra política.

El paro ha dado un durísimo golpe social y político al macrismo. No es casual que se alarmaran los comentaristas de TV comparándolo con el de junio del 2001. Macri no tiene garantizada su reelección en el 2019, como cacareó en el 2017. Va a seguir con su política y el pacto con el FMI le exige un rumbo que es imponer más hambre, pobreza, ajuste, entrega y represión.

En la vereda de enfrente al gobierno, el paro mostró una enorme y heterogénea confluencia social y política. Esa confluencia se unió en la bronca contra el rumbo macrista y reclamó otra política, a favor de los trabajadores y el pueblo, y la producción nacional. La respuesta ya está: es el acuerdo con el FMI. Lo nuevo es que el paro abre el camino, que no será fácil, a un plan de lucha.

La CCC, la CTEP y Barrios de Pie, el PTP y el PCR, encabezando las luchas, crearon condiciones para este paro, y que fuera activo y multisectorial. La nueva fuerza, En marcha, es un elemento fundamental para la batalla política contra el macrismo. Para profundizar la lucha popular en las calles y para las elecciones del 2019. Para otra política, es necesario otro gobierno, popular, nacional y democrático.

La pulseada contra el macrismo seguirá siendo dura y no será corta. Prepararse y preparar al pueblo para esa pulseada es el gran desafío. Exige fortalecer al PTP, haciéndolo conocer y afiliando casa por casa y en las plazas de todo el país. Y fortalecer al PCR, garantizando la discusión política, el funcionamiento colectivo de todo el Partido y su Juventud. Y ahora realizando una gran colecta de masas, porque sus finanzas vienen de sus militantes y del pueblo.

Escribe Ricardo Fierro