Tras el Cuarto congreso del Partido Comunista de la Argentina, a inicios de enero de 1922, se produce la primera ruptura en este partido. El sector denominado “frentista”, que interpretaba las resoluciones de la Internacional Comunista como una invitación a reunificarse con el Partido Socialista, salió derrotado de este Congreso y se organizó fraccionalmente, como recuerda Otto Vargas en El marxismo y la revolución argentina, Tomo 2. “…editaron manifiestos y un órgano propio, Nuevo Orden. Tomaron contacto con la dirección del PS para acordar la liquidación del PC. Intimados a disolver la fracción, no acataron la decisión y fueron expulsados del PC. Entre estos expulsados figuraban: Alberto e Isaac Palcos, Silvano Santander, Luis Koifman, Juan Prieto, F. Nájera, Cosme Gjivoje, Pedro Milesi, etc.”
La táctica acordada en la Internacional Comunista el año anterior, 1921, que valoraba el cierre de la situación de auge revolucionario internacional (Otto Vargas señala que en realidad habría que decir europeo), fue muy discutida en la dirección del PC, entre otros por Rodolfo Ghioldi, director del periódico partidario y quien venía de un viaje por la Rusia socialista. Hay quien quiere ver en esto “el hecho de que Rodolfo Ghioldi distaba mucho de encarnar aquel personaje entregado sumisamente a Moscú desde los comienzos mismos del comunismo argentino que se ha tendido a construir” (Víctor Augusto Piemonte: La Internacional Comunista y su Sección Argentina: discordia en torno del “frente único” a comienzos de la década de 1920). La realidad desmentiría esta afirmación poco tiempo después, cuando se produce la Intervención de la Internacional Comunista a favor del sector de Ghioldi y Codovilla en el enfrentamiento con los “chispistas”.
Ghioldi debatía en 1922 que no se podía aplicar mecánicamente las resoluciones de la Internacional Comunista, pero lo hacía teniendo en cuenta su análisis de la realidad sindical en la Argentina, distinta a la de los países europeos y, sobre todo conociendo las intenciones últimas de los “frentistas”, que eran reunificarse con el Partido Socialista dirigido por Juan B. Justo. Esto se evidenció en un artículo del periódico socialista que analizaba el IV° Congreso del PC, elogiando el informe presentado por Alberto Palcos en nombre del sector “frentista”. Allí se decía: “Los reformistas estamos vengados” (La Vanguardia, 28/1/1922). Los expulsados del PC, en el Informe a la Internacional, acusaban a la mayoría del Comité Ejecutivo de actitudes sectarias frente a los disidentes en el Partido Socialista.
Hoy N° 1724 04/07/2018
