Desde mediados del año anterior, movilizaciones estudiantiles reclamaban reformas, y fueron violentamente reprimidas. Esto ocasionó protestas populares que llevaron a la destitución de la dirección del Partido Comunista checoslovaco, y a la asunción de una nueva encabezada por Alexander Dubcek.
La nueva dirección del Partido Comunista checoslovaco impulsó reformas, como la abolición de la censura, el derecho de reunión y asociación, y una liberalización de la economía, que pasaron a la historia como la “Primavera de Praga”, por el nombre de la capital del país. Esto se daba en el contexto de las gigantescas movilizaciones de masas en China protagonizando la Revolución Cultural, y la conmoción en Europa que llevó al Mayo Francés.
Las reformas en Checoslovaquia fueron duramente criticadas por parte de la dirección del Partido Comunista y del gobierno de la URSS, en ese entonces encabezado por Leonid Brézhnev . Fue Brézhnev quien ordenó que tropas de la URSS y el Pacto de Varsovia (países socialistas del Este europeo), entraran a Checoslovaquia, para terminar con las manifestaciones de masas y las protestas, que se había extendido a sectores obreros, y expresaban el repudio a la opresión por parte de los socialimperialistas.
Miles enfrentaron a los 5.000 tanques y el medio millón de soldados. Se declaró una huelga general. La represión fue brutal y causó cerca de 400 muertos, aplastando el reformismo. La dirección del PC checoslovaco fue llevada a Moscú, donde fue obligada a aceptar un “convenio” que puso al país bajo la “tutela” rusa.
Otto Vargas, secretario general del PCR, al referirse a estos hechos en el libro ¿Ha muerto el comunismo?, cuenta que nuestro Partido, recientemente fundado y que aún firmaba algunos documentos como PC-CNRR, se opuso a esta invasión. “Vamos a romper con la Unión Soviética con motivo de la invasión a Checoslovaquia… Nosotros hicimos una declaración condenatoria, e inclusive organizamos manifestaciones de masas del partido y de la FUA en repudio a esa intervención”. Agrega Vargas que el naciente PCR hizo este repudio “Desde entender que implicaba la negación del socialismo, desde la noción de que no puede imponerse el socialismo por medio de las bayonetas de un ejército extranjero. Este era un principio de Marx y de Engels cuando dijeron que ningún pueblo puede liberarse oprimiendo a otro pueblo… es en 1968, refiriéndose, precisamente, a la invasión a Checoslovaquia, que Chou Enlai, en la recepción a una delegación extranjera, llama a la URSS socialimperialista, haciendo oficial y pública esa definición”.
Es equivocado analizar, 50 años después de los hechos, que “La Primavera de Praga fue un levantamiento contra la dictadura estalinista”, como afirma un reciente artículo del periódico de Izquierda Socialista firmado por Mariana Morena, más cuando el mismo artículo reconoce un período de “desestalinización” a la muerte de Stalin en 1953.
Esto obedece a la negación de la restauración capitalista producida en la URSS en 1956, y su transformación en un país socialimperialista, como analizaron Mao Tsetung y los camaradas del Partido Comunista de China en la década del 60 del siglo pasado.
Nuestro PCR, si bien en 1968 no había llegado al maoísmo, repudió la invasión militar, y la subordinación a la URSS por parte de la dirección del Partido Comunista de Cuba, que apoyó oficialmente la represión. Lo explica Otto Vargas: “Nosotros teníamos una posición favorable a la Unión Soviética… pero esto cambió totalmente cuando los hechos de Checoslovaquia colocaron al proletariado mundial ante la necesidad de expresarse a favor o en contra del proletariado checoslovaco. O se estaba a favor del proletariado checoslovaco, o se estaba a favor de los tanques soviéticos”.
Extractos de una declaración de 1968
Ante la situación de Checoslovaquia y del campo socialista
“El PC (CNRR) manifiesta su desacuerdo con la intervención militar de los cinco países en Checoslovaquia por estar en contradicción con principios esenciales del comunismo y considera que la misma es perjudicial para los intereses del socialismo, de la revolución y de la lucha antiimperialista”.
Buenos Aires, agosto 27 de 1968. Partido Comunista (Comité Nacional de Recuperación Revolucionaria).
Escribe Germán Vidal
Hoy N° 1732 29/08/2018