Pese a las elevadas tasas, el Tesoro sólo logró renovar las Letes en dólares por US$763 millones, de los US$1.100 millones que vencían el miércoles pasado. La tasa fue del 7%, la más alta desde que el Gobierno comenzó a colocar estos títulos, a mediados de 2016.
En cuanto a las Letes en pesos a 105 días, convalidando una tasa nominal anual del 54,74%, la cartera que dirige Nicolás Dujovne logró captar $37.976 millones, mientras que tomó $9.886 millones a 196 días por las más largas, a una tasa nominal anual del 50%.
Las colocaciones en pesos fueron un dato a tener en cuenta porque esta semana el Banco Central deberá enfrentar el vencimiento de $403.391 millones de Lebac, de los cuales, unos $300.000 millones están en manos de entidades no bancarias. Todavía falta que la autoridad monetaria dé a conocer la cifra que buscará renovar de cara a la próxima licitación, pero se estima que Hacienda podrá captar parte de los pesos que queden afuera de las Lebac, si ofrece tasas similares a las del miércoles pasado y siempre y cuando no se desate antes una nueva corrida bancaria.
La primera fase de la crisis cambiaria iniciada en abril fue impulsada por la salida de inversores externos y locales relativamente sofisticados, que venían haciendo carry trade (la bicicleta) con Lebacs. En esta fase, la salida de no residentes se tradujo en una baja brutal de las reservas internacionales del BCRA. Desde un pico de u$s64.000 millones en enero pasaron a u$s51.144 millones el 6 de septiembre, incluyendo el refuerzo de u$s15.000 millones del FMI, los u$s4.000 millones del swap con China, y el aumento de los encajes por el aumento de los depósitos en dólares en los bancos, que también se contabilizan dentro de las reservas brutas del BCRA. Así resulta que el drenaje de dólares llevados por ese capital especulativo externo en esa primera fase estuvo en torno a los u$s30.000 millones.
La segunda fase se inició el 27 de agosto, cuando los depósitos en dólares privados dejaron de crecer y comenzaron a caer y con ello caen las reservas brutas. Recordemos que, simplificando, todos los depósitos en dólares no prestados son encajados por los bancos en el BCRA y se cuentan en las reservas brutas. Por lo cual, la salida de depósitos significa caída en las reservas. Para frenar esta sangría, es importante estabilizar el dólar aumentando las reservas verdaderamente “usables”. Lo que no se resuelve agregando swap con China o con los bancos suizos, sino que requiere efectivo del FMI o del Tesoro USA.
Al respecto, la semana pasada el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Larry Kudlow, recomendó que la Argentina debe “atar el peso al dólar” tal como en los años de la convertibilidad o que directamente dolarice su economía, como única forma de salir de la crisis. En una entrevista con el canal de noticias Fox, Kudlow aseguró que el gobierno de Donald Trump y particularmente el Tesoro de EEUU está “profundamente involucrado” con lo que ocurre en la Argentina y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. Recordemos que durante su paso por Washington, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, antes de reunirse con Lagarde, se encontró con el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin. Y aunque después dijo que el gobierno no tenía pensada esa opción, también recordemos que lo mismo se había dicho antes de recurrir al pacto de subordinación al FMI.
Hoy N° 1735 19/09/2018