En medio de una lucha por el territorio ancestral desde el 12 de septiembre desapareció Silverio Enríquez en localidad de Miraflores. La comunidad realizó una intensa búsqueda durante 7 días contando con escasa ayuda oficial. Sus familiares y vecinos se organizaron en cuadrillas para recorrer el monte hasta encontrarlo.
En el comunicado las organizaciones denuncian que “El cuerpo de Silverio fue trasladado a Castelli en horas del mediodía para los peritajes, allí hicieron una inspección externa y rápida, sacaron distintas muestras de tejidos y líquidos de su cuerpo para seguir luego los análisis en laboratorios, cuyos resultados se conocerán en los próximos días”. Luego, denuncian que las autoridades judiciales rechazaron el pedido de realizar las pericias en Resistencia donde cuentan con mayores elementos para determinar las circunstancias poco claras del fallecimiento de Silverio, ya que se dio en momentos de lucha por el territorio.
“Desde la morgue, el cuerpo de Silverio fue dolorosamente devuelto y trasladado a las 18.30, desde Castelli a Miraflores, en un patrullero policial, y su cuerpo en descomposición fue cargado al cajón por compañeros y familiares que estaban presentes, sin ningún personal destinado para hacerlo” afirmaron sus compañeros de lucha.
Conflicto por la tierra y el territorio
Silverio Enríquez vivía en el lote 63 de la localidad de Miraflores, dentro de las 10.000 hectáreas que componen el territorio originario de esa zona, con su familia integrada por su compañera, 7 hijos y 5 nietos.
Mientras el gobierno pretende avanzar en la zona con el Máster Plan Turístico instalando hoteles y pistas de aterrizaje, entre otras cosas, el conflicto en defensa de las tierras ancestrales se agudiza. La población vive en extrema pobreza en tierras ricas en recursos naturales dentro del Impenetrable Chaqueño. Más de 650.000 hectáreas pertenecientes a sus dueños originarios, qom y wichi, que pretenden ser utilizadas como atractivo turístico, siendo sus habitantes “parte del paisaje”.
Condenados a la extrema pobreza por el accionar de las políticas nacionales y provinciales, el único medio de subsistencia que encuentran es sobrevivir con los planes sociales que han logrado tras la lucha conjunta como lo fueron la Marcha de las Economías Regionales a Plaza de Mayo en 2016 y la Marcha Federal este año. Silverio Enríquez era beneficiario de un plan social de la Federación Nacional Campesina hasta que el gobierno nacional se lo dio de baja, porque tenía una moto a su nombre. Su caso no es el único con estas características, las autoridades pierden de vista que ese vehículo es muy necesario en la zona campesina para movilizarse y no significa que sean menos pobres.
Las organizaciones denuncian que nunca ha cesado el “genocidio silencioso” de las comunidades originarias, avanzan sobre sus tierras y les quitan los recursos para vivir. Además, cargan con el ajuste nacional y provincial que siempre pesa más en los sectores más pobres, entre los que se encuentran estas comunidades.
“No es verdad que la muerte de Silverio Enríquez esté ajena a toda esta situación que se vive en El Impenetrable. El genocidio que sufren hoy las comunidades originarias del Chaco, es la forma silenciosa más cruel y más dolorosa, de cómo está planteada hoy la diputa y la lucha por la tierra y los territorios en la provincia. Se los empuja al éxodo o a la muerte por desnutrición, tuberculosis, Chagas, enfermedades infectocontagiosas y tristeza”, según informa el comunicado de la FNC, la CCC y el Movimiento de Naciones y Pueblos Originarios en Lucha.
Por último, afirman “En nombre de Silverio, de su familia y de los miles de compañeros originarios, la lucha va a seguir por verdad y justicia, hasta dar vuelta el viento junto a todo el pueblo del Chaco y recuperar nuestros territorios usurpados y nuestras familias puedan vivir dignamente”.
Exigimos verdad y justicia para Silverio Enríquez, basta de muertes en los pueblos originarios, tierra y territorio para vivir.
