El sábado 13 de octubre, cerca de 250 mil personas marcharon en Berlín convocados bajo la consigna “Por una sociedad abierta y libre, solidaridad en lugar de exclusión”.
Fue la marcha más grande de los últimos años, y expresa el rechazo en amplias masas al crecimiento de la ultraderecha, las políticas represivas hacia los inmigrantes, y también demandas sociales.
Entre las más de 100 organizaciones convocantes (desde agrupaciones de derechos humanos, centros de inmigrantes, hasta partidos y movimientos de izquierda y ecologistas) acordaron como un punto central el reclamo contra las leyes policiales y represivas que en el último período está descargando el gobierno alemán.
Tuvieron un papel importante en la masiva convocatoria varios sindicatos y organizaciones de base de trabajadores, entre ellos de Opel, Daimler, Volkswagen, mineros, y aeronáuticos.
La marcha fue convocada por una heterogénea alianza que lanzó por las redes sociales el hashtag #unteilbar (indivisible), y superó ampliamente las expectativas de los organizadores.
A lo largo de las cuadras llenas de gente, se mezclaban activistas ambientales, jóvenes estudiantes, y muchos inmigrantes. Junto a las demandas contra el racismo y la xenofobia, en varios de los camiones que, a lo largo de la marcha reproducían discursos de los convocantes, se denunciaron también déficits sociales, como la falta de vivienda y la pérdida de derechos laborales.
Hoy N° 1739 17/10/2018
