En primer lugar, frente a las declaraciones de Bullrich, la CTEP, CCC y Barrios de Pie, en un comunicado de prensa plantearon que “la ministra reconoce el aumento del narcotráfico y con ello el rotundo fracaso de su política. Desde los Movimientos Populares venimos denunciando con gran preocupación el aumento del narcotráfico que día a día pone en riesgo la vida de nuestros pibes y nuestras pibas y por esa razón reclamamos con fuerza la sanción de la Ley de Emergencia en Adicciones que presentamos en el Congreso en el mes de junio.
En otro párrafo plantea que Bullrich “con sus declaraciones mentirosas fomenta odio y promueve la represión a la protesta social y la persecución a dirigentes como método para solucionar los problemas que genera el desastre al que nos llevó la política de Cambiemos”.
En tanto que el equipo de sacerdotes de la Conferencia Episcopal Argentina, en su comunicado plantea que “Si queremos trabajar por la paz social tenemos que reconocer en primer lugar el valor del otro en cuanto otro y su aporte al bien común. En esta perspectiva quisiéramos destacar algunos de los aportes de los movimientos sociales. Lo creemos conveniente porque a veces se escuchan distintas voces que los descalifican. Estos movimientos están integrados mayoritariamente por personas humildes y pobres. Y todo lo que de alguna manera fomente el rechazo a los pobres duele en el alma”.
Destacando la labor de los movimientos sociales, el equipo de sacerdotes plantea: “Han contribuido a que salga la ley de Emergencia Social, proceso que ha sido muy valioso porque ha logrado visibilizar al pueblo pobre trabajador. Los trabajadores y trabajadoras que luchan diariamente por sobrevivir y lo hacen en el marco de la economía popular”.
Para finalizar, subrayan: “El salario social complementario que reciben estos trabajadores y trabajadoras va rápidamente a la economía real: se invierte en alimentos, en algo de ropa para su familia o en algunos ladrillos para mejorar la propia casa. Obviamente no se especula con ese poco dinero, ni se deja de pensar primero en el pan para los hijos. El deseo de la inmensa mayoría es tener acceso a un mejor trabajo”.
Hoy N° 1740 24/10/2018