El sábado 20 de octubre, volvieron a ganar las calles millares de personas con la consigna “Ele nao” (él no), contra Bolsonaro. Éste, el domingo, ante movilizaciones masivas a su favor, reiteró su programa fascista y sus amenazas de “barrer del mapa a los bandidos rojos”. La Unidad Popular de Brasil convocó a votar por Fernando Haddad en la segunda vuelta electoral “en la lucha por los derechos de los trabajadores y contra el fascismo”.
Entre las argumentaciones, la Unidad Popular afirma que Jair Bolsonaro, el candidato del Partido Social Liberal que lidera las encuestas y es un ex capitán del ejército “representa los intereses de los grandes banqueros y multinacionales en esta segunda vuelta. La violencia y el fascismo que él predica es contra el pueblo pobre y trabajador y tiene como objetivo impedir que éstos se manifiesten contra los patrones y el injusto sistema capitalista en que vivimos”.
Luego describe el programa de Bolsonaro de reducir por “20 años los recursos de la salud, educación y vivienda”, privatizar empresas, reforma provisional que “impide, en la práctica, a los trabajadores de jubilarse”, y avanzar en la reforma laboral “que sacó derechos de millones de trabajadores”.
“La política de Bolsonaro es la de recortar los gastos sociales y entregar más dinero a los banqueros”, dice el comunicado de UP, y afirma que “impulsa el voto a Haddad para derrotar al candidato de la extrema derecha fascista”. Luego denuncian las coimas recibidas por Bolsonaro de grupos empresarios como el JBS, y que el candidato de derecha “acumuló un patrimonio de más de R $ 16 millones en inmuebles”, por eso “es una gran mentira que Bolsonaro acabará con los crímenes en el país y con la corrupción. El quiere reprimir a los trabajadores, las mujeres, los negros y los LGBTs e implantar una nueva dictadura”.
Hoy N° 1740 24/10/2018