Héctor Reyes Corvalán fue desalojado violentamente por la policía el pasado 12 de octubre, de su lote en el paraje de Suncho Sampa, en el departamento Pellegrini. Sufrió quemaduras en el 45% de su cuerpo, y falleció en un hospital tucumano el lunes 22. Reyes Corvalán fue desalojado en un operativo policial con diez efectivos dirigidos por un “oficial de justicia” que entraron a su rancho disparando balas de goma, y quemaron la casa con él adentro. “La orden fue impartida por la jueza María Cecilia Paskevicius, quien ya había dictado medidas similares contra los campesinos en la provincia”, consigna Página 12.
Reyes Corvalán tenía 56 años. María Rosa Frías, la mujer de Corvalán, denunció al empresario y terrateniente cordobés Néstor Quesada: “Eran como las 10 de la mañana y apareció Quesada, con la policía y un oficial de justicia con una orden de desalojo trucha. El terrateniente Quesada es el mismo que el año pasado quiso desalojarnos, también a lo bruto”, relató Frías. Denunció que además de las heridas mortales a su marido, y los destrozos en su casa, “mataron a sus perros y desaparecieron unas 200 cabezas de ganado”.
“La violencia estructural que concentra casi el 75 por ciento de tierras cultivables en sólo el 15 por ciento de empresarios del agronegocio, sigue poniendo en riesgo la permanencia y la vida de los sistemas campesinos e indígenas”, remarcaron desde el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) tras el desalojo de Reyes Corvalán.
“A pesar de las heridas que le provocaron en el violento desalojo, los policías llevaron a Reyes Corvalán a la comisaría y para su traslado en ambulancia a un hospital aguardaron que la jueza definiera si estaba detenido o no” dice Página 12.
Este hecho vuelve a demostrar la impunidad de sectores terratenientes que están amparados por este gobierno y por el Estado, en su rapiña contra las tierras y bienes de los campesinos. ¡Justicia para Reyes Corvalán!
Hoy N° 1741 31/10/2018
