La primera columna, que arrancó desde Honduras con más de 7.000 personas, estaba llegando a la capital de México, y seguía su marcha hacia la frontera con Estados Unidos, donde Trump despliega miles de soldados.
En los estados del sur de México ingresaron en los últimos días otras tres caravanas, con migrantes procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras.
El presidente yanqui ya desplegó 7.000 soldados en las áreas fronterizas en Texas, Arizona y California, y se calcula que llegarán a 15 mil las tropas. Trump, como buen matón, afirmó que “Si quieren lanzarle piedras a nuestro ejército, nuestro ejército responderá. Les dije [a los soldados] que la consideren [a la piedra] como un rifle. Cuando les lancen piedras como les lanzaron al ejército y a la policía de México, les digo, consideren que es un rifle”. Amenaza con detenciones y deportaciones masivas a los que lleguen a cruzar la frontera.
Hipocresía imperialista de un gobierno que no ha dudado en utilizar como mano de obra a millares de inmigrantes –legales o ilegales- en empleos de servicios, o en actividades rurales. El mismo imperialismo que invadió y sojuzgó reiteradamente a los países centroamericanos, como por ejemplo a Honduras, la que invadió siete veces solo entre 1903 y 1925, y donde apoyó golpes militares hasta entrado el presente siglo.
Trump, que enfrenta en estos días elecciones “de medio tiempo”, utiliza las caravanas migratorias como tema de campaña, incluso llamando a los demócratas para que apoyen el endurecimiento de las políticas en la frontera y de legalización de inmigrantes.
Como repiten los múltiples testimonios de los migrantes, mujeres, hombres, mayores y niños que se desplazan mayormente a pie con indecibles sufrimientos, quieren escapar de un presente de miseria y violencia en sus países de origen.
Miseria y violencia producto de las políticas de gobiernos entreguistas y antipopulares que, como en el caso de Honduras “han privatizado todos los servicios como la salud, la educación y ahora la gente tiene que comprar todo para poder sobrevivir” como denunció uno de los marchantes.
Hoy N° 1742 07/11/2018