Producto de largas y duras luchas durante más de dos años, de esforzarse por la unidad de la CCC y con los Vecinos Autoconvocados de Fontana por el Techo, se han construido las primeras 20 viviendas para pobladores del barrio Cacique Pelayo. Es el inicio del compromiso del gobierno anterior de 150 viviendas, ratificado por el gobierno actual, controlado por la Mesa de Coordinación del Acampe.
¡Valió la lucha!
Ramona Pinay, delegada del barrio e integrante de la mesa de Coordinación Provincial de la CCC, nos dice: “Llegamos después de una larga lucha de acampes, vigilias en el Instituto de Vivienda, la Casa de Gobierno, la Plaza. Los compañeros están felices, pero todavía falta el agua y la luz. Felices porque por fin, después de tanta lucha, tener una vivienda es un orgullo para cada compañero porque estuvieron y están, pasaron distintas cosas para tener lo que tenemos hasta ahora y es importante. Marcamos un camino, donde si no se lucha no se tiene, así que estamos contentos esperando que nos entreguen las viviendas. Desde el viernes estamos protegiéndolas, porque hubo muchas tomas a causa de que el gobierno no da respuestas a las organizaciones sociales. Entonces nosotros exigimos al Instituto de Vivienda que nos den las llaves, y nos dieron. Así que vinimos con las pocas cosas que tenemos hasta que nos entregue protocolarmente el gobierno.
Con la unidad de la CCC y la Unión Campesina en el acampe nos preparamos para más. Fue un camino de lucha y de unidad, porque es la única manera de abrirle la mano al gobierno porque es muy duro. A pesar de que viene la presidenta a cada rato, no hay respuestas para el Chaco, y si no es con lucha no conseguís. Ahora hay más compañeros con ganas de luchar, hay muchas expectativas.
La mayoría son familias aborígenes, todos del cacique Pelayo, son compañeros que vinieron del interior buscando un camino, un trabajo, todo lo que se pueda tener que no se tuvo en el campo y no se tiene hasta ahora, a pesar de que hay grandes luchas. Es un esfuerzo muy grande el que hacen los compañeros; y conseguimos, pero no es para todos, porque es muy poco lo que ofrece el gobierno, sólo tiene para punteros, pero para la comunidad que lucha no, así que vamos a seguir hasta conseguir las 150 viviendas”.
Melisa, con su bebé recién nacido en brazos nos comentaba: “Estoy muy contenta, porque hace mucho que estamos en el Movimiento. Primero no creía, pero seguimos luchando y ahora tenemos nuestra vivienda. Mi familia somos mi esposo, mi bebé y yo… y el bebé ya tiene su pieza (risas). Nosotros vivíamos en una casa todos juntos con los parientes, dos familias en una casa con dos piezas nomás. Yo participé mucho en las luchas, en acampes, marchas, en los Encuentros de mujeres también… ¡Y valió la lucha! Valió la lucha de todos, no sólo la mía… Más los delegados, que si no nos hablaban no íbamos a seguir porque pasaron muchas cosas. Ellos también tienen problemas, pero ellos estuvieron firmes, y seguimos y vamos a seguir hasta conseguir las viviendas que les falta a los otros compañeros, porque también necesitan y también lucharon”.
Juan Carlos, que trabajó en las cooperativas de viviendas afirmó: “En mi familia somos cinco, con tres chicos; estábamos agregados en la casa de mi mamá. Eramos muchos, y la necesidad era tener una casita y luchamos para tener, gracias al esfuerzo de los compañeros. Ahora la necesidad es tener trabajo digno para mantener a nuestros hijos”.