En la aplicación del pacto de sometimiento al Fondo Monetario Internacional, el gobierno de Macri ya produjo en 2018 extraordinarios aumentos en las tarifas de los servicios públicos básicos, que significaron un duro golpe para las familias de los trabajadores, con ingresos menguados por la inflación cercana al 50% en el año. Pero, pasada la Navidad, hizo al anuncio de nuevos aumentos muy superiores a lo que dice será la inflación en el año que se inicia.
Transporte público. Uno de los aumentos más significativos para el presupuesto de las familias de los trabajadores fue el que sufrió el transporte público. En el Área Metropolitana de Buenos Aires la suba de los boletos de colectivo fueron de hasta 116% en el año, en tanto los ferrocarriles urbanos y suburbanos sufrieron en 2018 aumentos de hasta 175%. El anuncio del nuevo aumento para este año, entre enero y marzo sumará otro 40%, es decir casi el doble de la inflación anunciada y de la pauta salarial de apenas el 23% que pretende el gobierno.
Energía eléctrica. En tanto, el precio de la electricidad sufrirá aumentos en cuatro tramos. El primero de ellos será del 26% y se cobrará a partir de febrero. El segundo, del 14%, llegará en marzo, y los restantes dos serán ambos del 4% en mayo y agosto, consumando una escalada acumulada promedio del 55% en el año. Este aumento adquiere mayor gravedad ya que no sólo afecta a los hogares, sino también a toda la actividad económica que requiere de la electricidad, incluyendo servicios esenciales como los de educación, salud, deportivos, etc.
Agua corriente. Algo semejante ocurre con el agua que terminó 2018 con un aumento cercano al 70%. En tanto, para este año la empresa estatal AySA prevé un incremento en las boletas de agua de casi 50%, el doble que la inflación prevista, comenzando ya en enero con un aumento del 17% al que se le sumará desde mayo otro 27%. La tarifa bimestral pasará a cobrarse por mes en dos cuotas.
Gas. Otro de los servicios básicos que también aumentará será el gas. Según trascendió desde la Secretaría de Energía que ahora dirige Gustavo Lopetegui, el incremento rondará el 35% y se aplicará a partir del mes de abril. Es decir que caerá con todo su peso para los meses de mayor frío del otoño y el invierno.
Subterráneos. Además de la suba generalizada en los transportes públicos, para todos los que tengan que utilizar el subterráneo en la ciudad de Buenos Aires el precio actual de $14,50 subirá progresivamente hasta alcanzar los $21 en abril próximo. Esto se suma al aumento acumulado del 120% en el año que pasó.
Combustibles. El aumento de las naftas y el gasoil es el de mayor impacto inflacionario, en particular por su irremediable traslado a los precios de todos los productos que necesitan ser transportados así como sobre los productos de las industrias y del campo que necesitan esos combustibles para su producción. En 2018 hubo más de una decena de aumentos en los combustibles, casi todos los meses, para configurar un aumento promedio de 60%, cuando la inflación fue del 48%. Aun así, los monopolios petroleros y los estacioneros presionan para seguir recomponiendo el cuadro tarifario, el que consideran muy retrasado en relación a los precios dolarizados del sector, producto de la política macrista.
Estos y otros aumentos, como en los peajes, prepagas, etc., en medio de las fiestas y siguiendo el presidente Macri de vacaciones, han provocado gran indignación en vastos sectores populares que han comenzado a manifestarse en cacelolazos, silbatazos, ruidazos en casi todo el país y una convocatoria a jornadas de repudio a partir del jueves 10 por parte de sectores sindicales combativos, organizaciones sociales y partidos políticos dispuestos a enfrentar la política de hambre, entrega y represión.
Hoy N°1749 09/01/2019