Un nuevo acuerdo, a fines de diciembre, entre los seis partidos de la alianza gobernante en Nepal encabezados por el Partido del Congreso, y el Partido Comunista de Nepal (Maoísta), abrió paso a la reforma constitucional que abolirá la monarquía. Según la cláusula fundamental del nuevo pacto de 23 puntos, el país del Himalaya será proclamado “república federal y democrática” en la primera sesión de una asamblea constituyente, cuyos diputados saldrán de elecciones previstas para mediados de abril próximo.
La decisión, negociada personalmente por los dirigentes gubernamentales con el presidente del PCN(M) Prachanda, desbloquea el proceso de paz abierto con los acuerdos de noviembre de 2005, que suponían una tregua con “desarme y acantonamiento” de los guerrilleros maoístas del Ejército Popular de Liberación (EPL) y su incorporación a la vida política del país, incluyendo su ingreso al Parlamento y al gobierno. Pero, ante el incumplimiento oficial de los cambios acordados, los representantes maoístas abandonaron sus bancas en setiembre último sin esperar la formación de la Constituyente, exigiendo el previo fin de la monarquía reaccionaria y feudal que imperó en Nepal durante dos siglos y medio.
El EPL, dirigido por el PCN(M), controla más de la mitad del territorio del país. Pese a la tregua de 2005, se negó a abandonar la lucha revolucionaria armada emprendida hace más de 10 años, y fue el alma de la vasta revuelta popular de 2006. Resultado de ésta, el rey Gyanendra se vio obligado a renunciar a sus poderes absolutos y los partidos parlamentarios debieron acordar con el PCN(M) la liquidación del régimen monárquico como condición para un acuerdo de paz.
Los imperialistas yanquis y los de la vecina China e India han jugado fuertemente en el sostenimiento de la dominación de los terratenientes feudales y de la monarquía nepalí, apoyando política y militarmente las campañas represivas del gobierno contra el EPL en las aldeas campesinas y amenazando incluso con la intervención armada. El acuerdo de diciembre, que implica un paso decisivo en la democratización política de Nepal, es parte de un duro y sinuoso “camino de aproximación” hacia la revolución y la liberación nacional y social del pueblo nepalí.
02 de octubre de 2010