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23 de enero de 2019

Las inundaciones en las zonas agrarias

“El agua no moja a todos por igual”

Entrevistamos al compañero Pablo Paillole, director del Distrito VI de la Federación Agraria Argentina e integrante de la corriente Chacareros Federados.

El compañero Paillole, dirigente del PCR de Santa Fe, nos decía: “El fenómeno de las inundaciones obedece, en primer lugar, al modelo productivo. En segundo lugar podemos hablar de la falta de obras, y tercero del cambio climático.

“Hay estudios hechos, como por ejemplo del INTA de Marcos Juárez, sobre las precipitaciones y el nivel de la napa freática, que es el agua que corre por debajo del suelo. Estos estudios se hicieron en el corazón de la pampa húmeda, y muestran que la napa freática estaba, a principios de la década del 70, a 14 metros de profundidad.
“En esos años el modelo productivo era centralmente ganadería, y algo de agricultura. A medida que fue avanzando el proceso de agriculturización, particularmente el modelo monoproductivo de soja y siembra directa, este estudio muestra que la napa subió a 90 centímetros.

“Los niveles de lluvia se han mantenido en líneas normales en la zona pampeana, entre 1.200 y 1.300 mm anuales. Nosotros sostenemos que lo que produce todas estas inundaciones es el modelo sojero, de monocultivo. Arrasaron con los bosques nativos para sembrar soja, como en Salta, Chaco, Misiones. Estos montes nativos absorben 300 mm de agua por hora. La pastura natural para las vacas absorbe 100 mm por hora. La tierra cultivada con soja, sólo 30 mm por hora.

“La soja consume, en su proceso de crecimiento, entre 500 y 700 mm de agua anuales. Si llueven 1.200 mm, están sobrando 500 mm. Esto hace que suba la napa, con las consecuentes inundaciones.
“Es verdad que faltan obras, y llueve mucho, pero lo que se oculta es el modelo productivo de desmonte y sojización. En la pampa húmeda la soja le ganó 10 millones de hectáreas a la ganadería. Donde antes había pasturas, hoy hay soja, por eso se repiten las inundaciones. Lo que antes era una esponja, hoy ya no lo es.

“En la provincia de Santa Fe, de los últimos 19 años, 17 estuvo declarada la emergencia agropecuaria, con distintos niveles de gravedad. Por eso Macri, cuando dice “hay que acostumbrarse a las inundaciones”, está diciendo que no van a ir en contra de este modelo productivo, en el que los terratenientes compran los montes para desforestarlos y sembrar soja. El presidente reafirma un modelo de país que es agrodependiente de la soja, en el que no tienen cabida las chacras mixtas, ni las pasturas, ni el valor agregado, ni nada de eso. Con este modelo acostumbrate a estar inundado.

“Planteado esto, la otra cuestión es cómo afectan las inundaciones a los productores, porque como decimos en las asambleas “el agua no moja a todos por igual”. A un pequeño productor de 30 o 40 hectáreas, que tiene su criadero de chanchos, por ejemplo, una inundación lo arruina. Cada inundación, y cada sequía podemos agregar, deja un tendal de pequeños productores arruinados. Con las inundaciones los que desaparecen son los pequeños productores, no los terratenientes.

“Los terratenientes y los pules de siembra tienen espalda para esperar que baje el agua, no tienen problemas con los bancos, y tienen diversificado el riesgo. Tienen un pedazo de tierra en Santa Fe, otro en el Chaco, etc. Al pequeño productor que la inundación le mató 50 vacas, lo arruina. Al terrateniente que se le mueren 300 vacas, se puede salvar.

“Por eso decimos que las consecuencias de las inundaciones no son para todos por igual, en el campo. Para los pequeños y medianos productores es la ruina. Y desde ya las consecuencias son terribles para los sectores más vulnerables, que son los que viven en las zonas más bajas, en las periferias de las ciudades.
“Por todo esto lo importante es que se entienda que la responsabilidad principal es de este modelo productivo. No es un fenómeno de la naturaleza ante lo que no podemos hacer nada”, finaliza el compañero Paillole.

Hoy N° 1751 23/01/2019