Numerosas organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas reafirmaron la necesidad de inclusión, trabajo y educación para nuestros pibes y no su criminalización. El gobierno pretende instalar que el problema de la seguridad se resuelve con más represión, criminalización, mano dura, el uso de picanas, la expulsión de personas migrantes y el encierro de niños, niñas y adolescentes. Mientras que la profundización del ajuste, la política hambreadora, los tarifazos y despidos que llevan adelante son las verdaderas causas del aumento de la inseguridad. La criminalización de la pobreza y la niñez en nada favorecerá que baje el índice delictivo.
En la marcha se destacaba una columna de la Juventud de la Corriente Clasista y Combativa y de Ni un Pibe Menos por la Droga. Conversamos con Yamila, joven integrante de la Juventud de la CCC de la zona norte del Gran Buenos Aires, quien explicaba que “los pibes no somos responsables, sino que somos víctimas, por eso nos movilizamos en contra de la baja de edad de imputabilidad, queremos que nos den oportunidades, no la cárcel. Estamos acá para que nos escuchen y decirles que no somos delincuentes y no queremos que la cárcel sea una salida para nosotros. Y la única respuesta que tiene el gobierno es ésa.”
Ya en el Congreso Nacional se realizó un acto donde leyeron un llamamiento de familiares de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil, un documento de la multisectorial contra la ley Monsanto Bayer y cantaron pibes raperos. Finalmente se leyó el documento del Encuentro Memoria Verdad y Justicia, en el que se plantea que “Esta política represiva que persigue a las y los luchadores y busca disciplinar a los sectores populares es la otra cara del ajuste que aplican: los tarifazos, los despidos, el crecimiento de la pobreza y la desigualdad social sólo pasan con represión”.
Hoy N° 1757 06/03/2019
