—¿Qué es lo que está en juego en estas elecciones?
—Cada vez está más claro la importancia de estas elecciones, porque son las primeras del país, por lo tanto los ojos de todo el país están puestos en Neuquén, sobre todo por las perspectivas para octubre. Hay una cierta polarización, y la elección se va a definir entre el frente Unidad Ciudadana-Frente Neuquino y el MPN. Y esa polarización ha sido un poco por mérito de nuestro frente, y otro poco por el propio gobernador Omar Gutiérrez del MPN, ya que fue quedando claro que él es el representante real de la política de Macri en la provincia, y no tanto el candidato de Cambiemos, que es el intendente de la ciudad de Neuquén, Horacio Pechi Quiroga.
El otro tema de importancia, es la incidencia que tienen estas elecciones sobre Vaca Muerta. En un reciente artículo que sacó la revista Forbes, se puede ver la preocupación de los voceros de los grandes grupos económicos que anuncian una catástrofe para las inversiones petroleras en Vaca Muerta si triunfa Rioseco. Forbes da su apoyo al gobernador Gutiérrez en función de garantizar el negocio de Vaca Muerta para las corporaciones petroleras que están hoy.
Este negocio es el centro del acuerdo que tiene Macri con Gutiérrez. Por eso se entiende que el gobernador haya apoyado todas las medidas de Macri en el Congreso: el endeudamiento externo, la ley previsional y el presupuesto.
En el último tiempo, ya en la campaña electoral, Gutiérrez trata de despegarse de su alineamiento con las políticas Macristas, sale a decir “Nosotros defendemos Neuquén, no tenemos nada que ver con Buenos Aires”, un discurso clásico de campaña.
—Hablando de Vaca Muerta: se ha colado en la elección la situación de los trabajadores petroleros.
—Sí. Acá hubo una asamblea muy importante, con miles de trabajadores para decir “no aceptamos ningún despido”. Hay una situación que cambió, alrededor de la Resolución 46, que le garantizaba a las petroleras un subsidio a partir del precio que tiene el mercado, en particular a algunas que estaban dentro del plan gas. Esta Resolución le garantiza a las petroleras cubrir la diferencia entre el valor de mercado y los 7,50 dólares por cada millón de BTU extraído en Vaca Muerta.
A partir de las medidas de ajuste que impone el FMI, el gobierno nacional planteó modificar esta Resolución, bajando el subsidio. Incluso no se aprobaron algunos proyectos que estaban acordados. Ahí aparece una contradicción en el seno de las clases dominantes, porque Techint bajó tres equipos petroleros, y suspendió a los trabajadores, como medida de presión para que se le garantice lo que le venían pagando. La propia YPF empieza a rediscutir qué va a pasar con los proyectos que tienen.
Parte de este ajuste es la nueva adenda que se está discutiendo para el convenio de los petroleros, porque en medio de la disputa, las compañías petroleras tratan de descargar los ajustes sobre los trabajadores.
—¿Quiénes componen el frente con el que están trabajando para las elecciones?
—Este es un frente muy amplio. Se constituyó básicamente sobre la base del Frente Neuquino, con el que fuimos a las elecciones en 2017 y que lo formamos cinco partidos: el Partido Frente y la Participación Neuquina de Rioseco, Unidad de los Neuquinos UNE, Nuevo Encuentro, UP y el Partido del Trabajo y del Pueblo, junto otras agrupaciones políticas y sociales, varias que vienen del peronismo.
En el transcurso del debate sobre la necesidad de ampliar la unidad para enfrentar a Gutiérrez y a la política de Macri, confluimos con el PJ y Unidad Ciudadana. Prácticamente el 90% del Partido Justicialista aprobó este frente y la candidatura de Rioseco para gobernador, en esta alianza que se llama Unidad Ciudadana Frente Neuquino.
Tenemos un punto programático común, que es enfrentar y frenar a Macri, y en la provincia, desplazar del gobierno, después de casi 60 años, al Movimiento Popular Neuquino.
Es necesario decir que el MPN de hoy no tiene que ver con aquel que surgió luego de la proscripción del peronismo, levantando banderas del federalismo y la justicia social. Desde hace varios años lo dirige un sector aliado y subordinado a los grupos petroleros. Por lo tanto, se han alejado mucho de la gente, abandonando políticas históricas del MPN. Acá tuvimos el mejor sistema de salud pública de la Argentina, y hoy está muy mal, al igual que la educación pública. La construcción de viviendas, que fue muy importante en la provincia está reducida al mínimo.
En la provincia tenemos esta contradicción: Vaca Muerta en expansión, con trabajo para un sector, lo que en algún sentido derrama, y hay una desigualdad muy grande con otros sectores. Tenemos un 28% de los neuquinos bajo la línea de pobreza, tenemos un déficit de 70.000 viviendas, tenemos muchísimas tomas porque los sectores populares no pueden acceder a un terreno. Esto en una provincia rica, con sólo 700 mil habitantes.
Creo que Rioseco tiene razón cuando dice que hay un fin de ciclo de un partido provincial que gobernó tantos años. Creo que la elección va a ser difícil, muy pareja, entre la fórmula de nuestro frente y la del MPN, que hizo varias colectoras, y que tiene la Justicia Electoral absolutamente alineada con el proyecto del gobierno de la provincia.
—El frente viene denunciando estas desigualdades, en particular entre los desocupados, los originarios, las mujeres…
—Hay muchísimos problemas por resolver. Nuestro programa contempla, por ejemplo, que toda familia neuquina tiene derecho a tener un pedazo de tierra para vivir. Que haya tierra para trabajar y producir. Hace pocos días hicimos una asamblea con las organizaciones sociales, de la que participó la CCC, CTEP, Oktubres, Somos Barrios de Pie, en la que los candidatos de nuestra fórmula firmaron un compromiso con una serie de puntos, que el Frente se comprometa a cumplir en caso de ser gobierno. Son todos los reclamos que venimos haciendo de trabajo, salud, vivienda, adicciones, etc., a los que el gobierno no da respuesta.
Hay muchos sectores que tienen la esperanza de que pueda cambiar el gobierno y se resuelva, por ejemplo, el relevamiento territorial de las comunidades que se frenó a partir de que llegó Macri al gobierno, para darle al pueblo mapuche las tierras que le corresponden. También las compañeras del frente han elaborado un programa de gobierno para atender y enfrentar la emergencia en violencia (ver nota aparte).
—¿Cómo se ha desarrollado el trabajo del PTP en esta campaña?
—Nosotros estamos muy contentos, porque hemos sido protagonistas de este proceso. Hace dos años y medio que venimos trabajando en el Frente Neuquino y hemos podido construir esta gran unidad, un objetivo que era difícil. La mayoría de los compañeros y compañeras del Partido y de la CCC participan de la campaña, desplegando una gran actividad. Nos queda el tramo final, con el cierre en Plaza de Boca, un lugar tradicional del oeste de la capital, y nos preparamos para la fiscalización, que va a ser muy importante por lo que está en juego.
Hoy N° 1757 06/03/2019