1. La unidad contra el macrismo
Donde hay hambre crece la bronca. Y en grandes sectores populares se generaliza el descontento: ya no le creen a Macri.
No tienen límite los sufrimientos que provoca en el pueblo la política macrista. Sigue creciendo el hambre. Los comedores y merenderos de las organizaciones sociales no dan abasto porque el gobierno achica la entrega de comida. Dejan de ir a la escuela los pibes que no tienen zapatillas, las familias no pueden comprar los útiles escolares ni pagar el transporte. A los jubilados les alcanza para comer y no pueden comprar sus remedios. Cada día hay más familias que no pueden pagar los alquileres, buscan lugar en alguna villa o se hacen un lugar en la calle.
Cada semana la política macrista castiga a más sectores: trabajadores y dueños de las 25 Pymes que cierran cada día, despedidos de la industria, jóvenes a los que no les renuevan los contratos, cuentapropistas que tienen menos trabajos, sectores de capas medias que no llegan a fin de mes y van recortando gastos, los que están endeudados con las cuotas de una vivienda, un automóvil o con las tarjetas de crédito.
Donde crece el hambre hay bronca. Y en amplios sectores populares, muchos de los cuales votaron a Macri o tuvieron expectativas en su política, lo que crece es el descontento, ya no creen la mentira macrista de que estamos mal pero vamos bien.
2. Nuevo ajuste de Macri y el FMI
Desde los cuerpos de delegados, las asambleas, los sindicatos y centrales: paro nacional activo y multisectorial
Cayó la recaudación fiscal, siguió cayendo la actividad económica y galopa la inflación. El gobierno se humilló ante el FMI por no cumplir los compromisos que había tomado.
Sin embargo, con la ayuda de Trump, el FMI le dio 10.800 millones de dólares. Claro que con el compromiso del gobierno de un nuevo ajuste y más entrega: recortar los salarios, jubilaciones y coparticipación con las provincias con más inflación, reducir los subsidios, aumentar el IVA en los productos que pagan el 10,5%, y perseguir a los monotributistas.
Basta de ajuste. Desde los cuerpos de delegados, asambleas, sindicatos y centrales crece el reclamo: paro nacional activo y multisectorial.
Entre otras cosas, los yanquis y los ingleses aprietan a Macri para que inspeccione la base militar china en Neuquén, denuncian que trabajan científicos del Ejército chino, y es parte del dispositivo estratégico de detección de las órbitas de los satélites que guían a los misiles yanquis. Los yanquis usan esa presión para seguir instalando bases de la DEA, la CIA, el FBI y otros departamentos estratégicos de espionaje e intervención en asuntos internos argentinos. Los ingleses consolidan el dispositivo estratégico que han instalado en la Patagonia, en los latifundios Lewis, el súbdito de la corona británica en cuyas estancias suele ir a descansar Macri y es su socio en Pampa Energía, empresa de la que Lewis es el principal accionista.
3. El error de subestimar a Macri
Macri tiene el apoyo de poderosos grupos económicos de burguesía intermediaria, latifundistas e imperialistas. También tiene límites.
Macri maneja el gobierno, gran parte del aparato del Estado, tiene el apoyo de poderosos grupos económicos, y de Clarín y más multimedios. Tiene el apoyo de Trump y el FMI, los ingleses y otros imperialismos. Ha armado un poderoso aparato represivo. Y desde ahí, hace o acuerda con otros grupos un minucioso trabajo de dividir a la oposición social, sindical y política.
Macri se coloca en víctima. Se presenta como si estuviera haciendo lo que puede para sacar a la Argentina de la crisis social y económica. Y la realidad es que su política nos hunde en la pobreza, entrega el país a un puñado de latifundistas y destruye la economía nacional.
¿Cuáles son los límites de Macri?
Un límite es el pueblo en las calles. Con poderosos movimientos de masas como el de los desocupados y precarizados encabezados por el tridente social, los Cayetanos, que cortaron las rutas el 20/3 y le abrieron “un poquito” las manos a Macri. Con sindicatos combativos, como los docentes, estatales, trabajadores de la salud bonaerenses, camioneros, bancarios, entre otros, pese al chantaje con la amenaza de despidos y el recorte de los salarios si se movilizan. Con el impresionante movimiento de mujeres como se vio el 8/3. Con el poderoso movimiento democrático que salió a las calles el 24/3. Con la creciente rebeldía de los campesinos y los jóvenes. Con el descontento que crece en las capas medias y amplios sectores de la burguesía nacional. Con la gran movilización multisectorial del 4 de abril.
El otro límite de Macri es el crecimiento de un enorme arco de fuerzas sociales y políticas opositoras. Como van mostrando las elecciones en curso, esas fuerzas se ven tensionadas desde dos extremos. Desde la calle hay un masivo reclamo de unidad para poder derrotar a Macri. Desde el gobierno hay un poderoso operativo para dividir a la oposición, estimulando el sectarismo y las ambiciones de cada sector para impedir la unidad necesaria para derrotar a Macri en las urnas.
4. Una gran campaña por un frente que derrote a Macri
El PTP y el PCR, desde En marcha – Red por Argentina, trabajamos por la unidad que el pueblo reclama en la calle, sin sectarismos ni “dueños” del frente.
Para derrotar a Macri hay que unir a los descontentos con los que tienen bronca, para poder construir un gigantesco movimiento que enfrente esta política.
Para derrotar a Macri hay que discutir en las masas, para que sean protagonistas de la lucha por la unidad para derrotarlo en las calles y las elecciones. Sin sectarismos ni “dueños” del frente.
Frente al operativo macrista de reprimir a los que luchan está la masividad y la fuerza del pueblo en las calles.
Se atribuye a un gobernador decir que todo vale para ganar la elección provincial. Hasta ahora, en estas elecciones se ha visto: el retroceso de la fuerza propia de Cambiemos. El macrismo se atribuye como propios los triunfos de gobiernos provinciales a los que trata de subordinar. Por otra parte, las fuerzas opositoras hacen grandes esfuerzos para construir frentes amplios, que Macri y los multimedios a su servicio pretenden reducir sólo al kirchnerismo.
Desde el PTP y el PCR, junto a las fuerzas que integramos En marcha – Red por Argentina, con su programa, con el apoyo a la candidatura presidencial de Felipe Solá, impulsamos una gran campaña con la propuesta de un frente popular, patriótico y democrático para derrotar a Macri en las calles y las elecciones. Y hemos señalado la coincidencia con la resolución frentista del Congreso Nacional del Partido Justicialista y otras fuerzas populares.
Puede haber estallidos antes o después de las elecciones, por distintas razones: la situación dramática de sectores populares y la generalización del descontento; por la crisis económica; por la agudización de la disputa entre los de arriba. En las calles y las elecciones, acumulamos fuerzas en el camino de acabar con la dependencia y el latifundio oligárquico.
Escribe Ricardo Fierro
Foto: Trabajadores del ARS el 4 de abril en La Plata