La Asociación Trabajadores del Estado fue fundada a comienzos de 1925, nucleando a obreros de los talleres de la Dirección Nacional de Navegación y Puertos, en lo que hoy se conoce como la “Isla Demarchi”. Osvaldo Calello y Daniel Parcero cuentan en el tomo 1 de Historia de ATE, que la reunión fundante se hizo el 15 de enero de 1925 en el Teatro Verdi de La Boca. El Verdi era uno de los lugares preferidos para las reuniones sindicales y políticas de las corrientes obreras de comienzos del siglo 20.
Hasta allí llegaron herreros, carpinteros, mecánicos, torneros, peones de patio y fundición, electricistas, albañiles, pintores de los talleres, marineros y foguistas de las dragas, con el propósito de propender “al mejoramiento de las condiciones económicas, técnicas, morales y sociales de sus asociados; la estabilidad de obreros y empleados nacionales; la implantación del escalafón para los mismos; reforma de la Ley de Jubilaciones y Pensiones Civiles; reforma de la Ley de Accidentes de trabajo”. En los primeros tiempos, el nuevo sindicato, que rápidamente se expandió entre los trabajadores de las dragas de Corrientes, Concepción del Uruguay, Paraná, Rosario, y los del Arsenal Naval de Puerto Belgrano en Punta Alta, tuvo que encarar como problema central el enorme atraso en el pago de los salarios, que se acumulaba por meses. La flamante organización gremial reclamó la mensualización de cerca de 6.000 trabajadores de todo el país, ya que en ese momento, los obreros estaban jornalizados, y el pago de sus haberes dependía de que hubiera presupuesto asignado en las partidas del Ministerio de Obras Públicas (MOP), destinadas a atender los servicios de navegación y de puertos.
Era presidente de la Argentina el radical Torcuato de Alvear, y ministro de obras públicas Roberto Ortiz (el mismo que fue presidente de la llamada “década infame”). La dirección del gremio, según cuentan Calello y Parcero, tenían trato frecuente con el ministro, a quien Eugenio Gastiazoro, director de nuestro semanario, en su Historia Argentina, Tomo 4, señala como “abogado de intereses británicos”. A los pocos meses ATE tendría su periódico El trabajador del Estado, que continúa editándose en la actualidad. En esas páginas se reclamaba a fines de 1925 que la Comisión de Presupuesto de Diputados no contemplaba aumentos salariales para los jornaleros. La dirección de ATE privilegió la obtención de su personería jurídica, distanciándose de los dirigentes de la USA, y la vinculación con “políticos influyentes”, como vía de acceso a los funcionarios del Estado.
Hoy N° 1766 15/05/2019