Cuál es la situación política actual en Bolivia?
—En Bolivia vivimos momentos muy importantes de trascendencia histórica para el desarrollo de toda la formación social boliviana y vivimos un proceso de cambio profundo por la emergencia de movimientos nuevos campesinos de carácter más humanitario, que han abierto una brecha en la historia de este país que estaba sometido completamente al dominio imperialista. A partir del año 2003 se produce la gran insurrección del pueblo alteño boliviano contra el neoliberalismo, se abre esta etapa de la que hablamos y se instaura un gobierno democrático de ancha base social. La derecha reaccionaria, ha intentado por todos los medios bloquear este proceso de cambio. Primero a través de las movilizaciones políticas de la derecha que tiene su base en Santa Cruz de la Sierra y en la llamada Media Luna, que contiene los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija.
El proceso nuestro tiene varias vicisitudes. En primer lugar está la Asamblea Constituyente, que tenía como objetivo elaborar una nueva constitución política del Estado que responda a las características del país: su gran diversidad, la presencia de nacionalidades originarias, oprimidas por siglos, que se levantan como vanguardia de este proceso. La Asamblea Constituyente no logra concluir sus deliberaciones precisamente por el boicot, por el sabotaje de la derecha que llegó incluso a paralizar sus sesiones.
Posteriormente la ofensiva derechista, que tenía como centro la embajada norteamericana, implementó sucesivos planes y procesos de desestabilización del gobierno, incluso de su derrocamiento.
Algo que es importante señalar es que esta subversión reaccionaria tenía y tiene, como último objetivo, la división del país. La creación de un mini Estado de la nación camba, oriental, sometido a los dictámenes del imperialismo, donde están ubicados los principales yacimientos de gas, petróleo, agua, bosques, las más grandes riquezas naturales que tiene Bolivia. Y este objetivo fue perseguido por la derecha, implementado a través de la embajada norteamericana y los partidos de derecha, proceso que culmina con un verdadero intento de golpe fascista.
Hay organizaciones en Santa Cruz como la Unión Juvenil Cruceñista, de claro tinte fascista, que tomaron la ofensiva contra el gobierno y contra los campesinos que constituyen la fuerza principal, tanto del oriente como del occidente.
Esta ofensiva fracasó en septiembre. El complot consistía en crear tal situación de caos en el occidente con el oriente a fin de que se produzca la declaración de un protectorado con intervención de fuerzas extranjeras comprometidas, según dicen algunos miembros de la derecha en Bolivia y naturalmente con referencia al imperialismo norteamericano.
El complot fracasa y se descubre la debilidad social de la derecha, que solamente había movilizado grupos delincuenciales, de lumpen proletarios, que asaltaron las instituciones del Estado. Entonces la derrota de ese golpe fascista determinó el quiebre de la alianza reaccionaria.
La derecha es fuerte en el oriente, pero muy débil en el occidente, entonces se ha producido una fractura a través de los postulados de la autonomía que plantea el oriente Boliviano y la posición de la derecha en occidente que trata de llegar a algún tipo de conciliación con el gobierno.
La actual situación está caracterizada por la elaboración de un proyecto que sustituye al que salió de la Asamblea Constituyente. Lo sustituye en gran parte y como una concesión a la derecha, para que ésta acepte y se logren los dos tercios en el Congreso Nacional. El MAS no tiene los dos tercios y la derecha, en forma muy inteligente, ha logrado que los dos tercios aparezcan como una especie de llave, como un requisito indispensable para toda designación, para toda aprobación de leyes, algo que va contra la democracia porque en todas partes la mayoría absoluta es la que define en cualquier situación.
De modo que en Bolivia ahora es en principio los dos tercios, y la derecha lo único que tiene que hacer es conseguir un tercio para bloquear cualquier reforma, cualquier iniciativa del gobierno. La perspectiva del MAS es lograr en las próximas elecciones esos dos tercios para hacer viable por la vía pacífica, parlamentaria, los cambios que se propone.
Actualmente está en consideración esta nueva constituyente o constitución. Esta nueva constitución tiene algunos defectos fundamentales, son concesiones realizadas por el gobierno especialmente en el problema agrario, donde se ha introducido el principio de la irretroactividad de la ley agraria, es decir que el latifundio de grandes extensiones de tierras está prohibido pero para el futuro. Se reconoce el derecho “adquirido” de las grandes extensiones territoriales que estarían sujetas a la vieja Ley de Saneamiento de la tierra. Nosotros consideramos que la prohibición del latifundio significa delimitarlo completamente, es decir, más allá de tantas hectáreas constituye un latifundio.
Esa es una de las grandes concesiones que ha hecho el gobierno a la derecha en cuanto se refiere a la distribución de la tierra y que va a traer consecuencias en el futuro, cuando esta comprensión llegue a las amplias masas campesinas, que no están captando todavía el significado que tiene este artículo de la nueva constitución. Las dirigencias han aceptado esta explicación del MAS que consiste en decir que no había otra alternativa que llegar a una conciliación. Pero nosotros pensamos que cuando llegue a las bases campesinas esta consecuencia de la ley fundamental van a surgir problemas, ya que la demanda de la tierra de los campesinos del occidente es muy grande y la migración hacia el oriente es permanente.
—¿Cuál va a ser la posición del partido en el próximo referéndum?
—Ahora bien, de todos modos, nuestro partido y las fuerzas populares van a votar por el sí y la aprobación de la nueva constitución porque, en general y desde el punto de vista de la estructuración misma del Estado, hay profundas transformaciones.
El nuevo Estado es un Estado multinacional, plurinacional, como lo llama el MAS, y se caracteriza por la participación en la estructura misma del Estado de las nacionalidades oprimidas como tales, es decir que se reconoce ampliamente el principio leninista de la autodeterminación de las naciones. Entonces es el Estado plurinacional como lo llama el MAS.
La democracia se amplía en forma muy considerable. Los excluidos de siempre de esa Bolivia profunda están considerados como parte integrante no solamente de la sociedad sino del propio Estado. Sea en el Parlamento, en el Poder Judicial, en la administración de órganos del Estado; en fin, la incorporación de las grandes masas.
Es por eso que nos hablan ministros, campesinos o campesinas. Tenemos los parlamentarios campesinos que vienen de las tierras bajas o incluso del altiplano, de las tierras altas.
Esa es una transformación muy importante en el ámbito jurídico, porque como marxistas sabemos que lo que determina es el problema político, la correlación de fuerzas y en ese sentido, los últimos acontecimientos han demostrado que esa correlación de fuerzas favorece ampliamente al movimiento popular. La derecha está fraccionada, está dividida, confundida y ha perdido su sustento fundamental, la intervención de la embajada norteamericana.
El embajador Goldberg, de triste recuerdo en Kosovo, ha sido expulsado del país en medio del entusiasmo de los sectores populares; la DEA está siendo en estos momentos expulsada del país por su intervencionismo en asuntos internos y está prohibida toda actividad de la CIA en nuestro país.
Sabemos que la CIA actúa clandestinamente, pero de todos modos el hecho de que el Estado prohíba las actividades de la CIA es un paso importantísimo en lo que refiere a la estabilidad del proceso y del movimiento popular en general.
Tenemos al frente el referéndum que va a ser aprobado y, a fines del próximo año, la elección del presidente de acuerdo a la nueva constitución.
Ahí tendremos asamblea popular multinacional que cambiará el panorama del propio Poder Legislativo y al frente la elaboración de un centenar de leyes sustituidas y cambiadas de las antiguas leyes del país.