La tecnología 5G es la nueva generación de banda ancha para la transmisión por Internet y las redes de telefonía inalámbrica, y es un salto de calidad, que permite, entre otras cosas, la interconexión de las personas con todo tipo de máquinas (esto va desde electrodomésticos, vehículos, hasta comercios, edificios, etc.) a una velocidad y regularidad sin precedentes.
La China imperialista lleva la delantera en el desarrollo y construcción de las redes 5G, lo que está particularmente expresado en la tecnología que ofrecen los celulares de la empresa de telefonía móvil Huawei. Además, China suministra el 80% de los elementos químicos denominados “tierras raras”, que se utilizan en la fabricación de los aparatos con tecnología 5G. Esto ha provocado una escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y la potencia asiática.
La preocupación yanqui
El presidente norteamericano Donald Trump, que a comienzos de mayo impuso aranceles del 10% al 25% sobre productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares (ver hoy 1766), colocó a Huawei en una lista negra que prohíbe que las compañías estadounidenses le vendan chips de computadoras, softwares y otros componentes sin autorización del gobierno.
Trump ha expresado públicamente su preocupación por la instalación de redes 5G con tecnología china no sólo en varios países de Europa, sino en el propio Estados Unidos. “Huawei es una cosa muy peligrosa”, dijo el presidente norteamericano.
En un informe al Congreso estadounidense, el Ministerio de Defensa señala que el desarrollo de Huawei y ZTE (empresa china de telecomunicaciones) “trae consigo implicaciones militares serias”. En el mismo sentido, el general retirado James L. Jones advirtió: “La tecnología 5G de Huawei es la versión siglo XXI del mitológico Caballo de Troya. Si China controla la infraestructura digital del siglo XXI explotará su posición para sus propósitos de seguridad nacional y tendrá una influencia coercitiva en EE UU y sus aliados, ya que estas redes procesarán todo tipo de datos, y China desde luego las usará para llevar a cabo espionaje”.
Por otro lado, como parte de la ofensiva yanqui, Google le impidió a Huawei hacer algunas actualizaciones a su sistema operativo Android, al tiempo que nuevos diseños de celulares de la compañía china no tendrán acceso a algunas apps de la tienda Google Play. Esto obviamente, hace caer la venta de los celulares de esta marca en Occidente. El gobierno de China ha dispuesto multimillonarias sumas de dinero para el desarrollo de un sistema global alternativo a Android, lo que la independizará del monopolio de Google. Por eso este gran monopolio tiene contradicciones con la administración Trump pues, según publicó el Financial Times, ha planteado restituir su sistema operativo a Huawei, ya que el riesgo es que “si el segundo fabricante de dispositivos móviles a nivel mundial deja de utilizar sus servicios, Google podría perder el control sobre los datos de estos y el correspondiente pellizco en ingresos publicitarios”.
Internet de las cosas
La tecnología 5G ha sido nombrada en los medios de comunicación como “La Internet de las cosas”. Esto es porque, por un lado, garantiza conexiones 10 veces más rápidas que las 4G actuales. Además, permite multiplicar por 100 el número de dispositivos conectados en la misma antena (que además es de mucho más fácil instalación que las antenas de 4G). Otra característica del 5G es lo que se llama “reducción de la latencia”, es decir el tiempo que tarda un dispositivo en ejecutar una orden que se mande por la red. Esto implica una respuesta instantánea, lo que permitirá, por ejemplo, un gran desarrollo en los vehículos autónomos, es decir sin conductores humanos, o la colaboración en cirugías complejas con médicos sin presencia en el quirófano. Desde ya, este concepto permitirá mayor eficiencia para dirigir a distancia cualquier dispositivo militar o de seguridad. Porque como en cualquier otro desarrollo tecnológico, la cuestión no está en la tecnología en sí, sino en manos de qué clase y al servicio de quién está.
China: amenazas y complicaciones
Los funcionarios del gobierno imperialista chino, por ahora mantienen en general el lenguaje diplomático en sus respuestas a las bravuconadas de Trump. Pero hay cambios. El Diario del Pueblo, vocero del gobierno de Xi Jinping publicó hace poco un artículo planteando que “Sin lugar a dudas, Estados Unidos desea utilizar los productos fabricados con tierras raras exportadas de China para contrarrestar y reprimir el desarrollo de China. ¡El pueblo chino nunca aceptará esto!”. Y agregaban, para que quede claro: “Aconsejamos a Estados Unidos que no subestime la capacidad de China para salvaguardar su derecho al desarrollo y sus intereses ¡No digas que no te lo advertimos!”.
China, si bien aventaja al resto de las potencias en la tecnología 5G, depende de otras potencias, particularmente de Estados Unidos, porque la mitad de los chips que usa Huawei son de firmas estadounidenses.
Europa tironeada
Como en otros momentos de la historia, las potencias europeas sufren las consecuencias de esta disputa entre las superpotencias. En el caso de las redes del 5G, la renunciante primera ministra Theresa May acordó con Huawei el tendido del 5G, salvo en algunos casos. La alemana Angela Merkel aún no definió, si bien ha habido reuniones de funcionarios alemanes con representantes chinos.
Algunos gobiernos europeos han planteado la necesidad de tener una red propia, independiente tanto de los chinos como de los yanquis. Pero están lejos de lograr resolver esta tecnología con la rapidez necesaria. Según un informe de la GSMA (organización que agrupa a cerca de 800 operadores de telefonía móvil, con sede en Londres) “un veto de Europa a Huawei y ZTE aumentaría el coste de las redes 5G en 55 mil millones de euros, además de retrasar la implantación de la tecnología en unos 18 meses”. Trump presiona en este sentido, incluso amenazando a los países que negocien con Huawei con dejarlos fuera de la OTAN.
Hoy N° 1770 12/06/2019