El intendente Giacomino, como lo hacen Schiareti y Kirchner, intentó descargar sobre el bolsillo de los trabajadores todo el peso de la inflación, demostrando que es incapaz de resolver el problema del transporte en Córdoba de forma eficaz y barata. Todo aumenta: los alquileres, la comida, los útiles, el gas, la luz, la nafta… y los salarios no.
El aumento del transporte fue la gota que derramó el vaso ¡ya basta! Se formaron multisectoriales con centros de estudiantes, de vecinos y organizaciones sociales, y se convocó a una marcha para impedir que el Consejo Deliberante apruebe el aumento.
La presión de la bronca popular ocasionó que la concejal Saravia, del bloque del intendente, no pudiera votar esta medida antipopular y volcara el resultado, desbaratando la jugada del oficialismo para aumentar el cospel: no pueden aumentar por un año.
Es un triunfo importante para todos los ciudadanos, y demuestra que no pueden pisotearnos como quieren, que los vamos a enfrentar.
Afuera, la policía de la provincia reprimió con balas de goma y perros a los manifestantes que de manera pacífica habían ido con sus hijos a expresar su rechazo al tarifazo. Hubo tres detenidos, sirviéndose de la ley antiterrorista para decir que “ya no es una contravención sino un delito impedir que sesione el Concejo”.
02 de octubre de 2010
