El domingo 18 de agosto, centenares de miles de personas volvieron a tomar las calles de Hong Kong, en un nuevo capítulo de las protestas antigubernamentales que se están desarrollando desde hace más de dos meses.
Según los organizadores, se movilizaron 1,7 millones de personas contra las autoridades de la antigua colonia británica, que a partir de 1997 pasó a la República Popular China, bajo la fórmula “un país, dos sistemas”. Por eso entre las principales demandas está la derogada disposición que autorizaba la extradición de opositores por parte de los jerarcas que responden a la burguesía imperialista encabezada por Xi Jinping.
Los manifestantes desbordaron largamente la autorización de manifestarse en el “Parque de la Victoria”. Según el Frente Civil de Derechos Humanos, que agrupa a las organizaciones convocantes, además de la renuncia de la jefa de gobierno Carrie Lam, los manifestantes tienen cinco demandas: retirada completa del proyecto de ley de extradición, un alto a las descripciones de las protestas como “disturbios”, una renuncia a los cargos contra los arrestados, una investigación independiente y la reanudación de la reforma política.
La gigantesca movilización es una respuesta popular a las amenazas del gobierno chino, que ha concentrado tropas en Shenzhen, la ciudad al otro lado de la frontera, a apenas 40 kilómetros de Hong Kong. Unas fotografías difundidas este viernes 16 por la agencia Reuters, además, mostraban a uniformados chinos ejercitándose para aplacar manifestaciones.
El gobierno chino intentó en las últimas horas un cambio de táctica mediática, impulsando manifestaciones de adeptos pro Beijing en distintos países. En algunos lugares como Melbourne, Australia, un grupo de nacionalistas radicales chinos trataron de boicotear las protestas recurriendo a la violencia y varios de ellos fueron detenidos. En el mismo sentido, el Global Times, por el oficial Diario del Pueblo del Partido “Comunista” de China, balanceó que la manifestación había sido pacífica por “la presencia de fuerzas paramilitares chinas”.
El mismo domingo 18 por la noche, el gobierno de Hong Kong dijo en un comunicado que era importante “restablecer el orden social lo antes posible”, que comenzaría las conversaciones con el público y “reconstruiría la armonía social cuando todo se haya calmado”.
Por su lado, desde el Frente Civil de Derechos Humanos anunciaron que seguirán con las movilizaciones.
Hoy N° 1779 21/08/2019